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Oscar Martínez Villagómez

Oscar Martínez Villagómez.

Lugar de Nacimiento: Cd. Acuña, Coahuila, México

Fecha de Nacimiento: 4 de agosto de 1955

Desde la edad de 17 años y luego de algunos talleres de métrica y escritura que cursé en la escuela, desarrollé un gusto por escribir poemas. He escrito poesía dedicada a Dios, a la familia, al mar y otras maravillas naturales, a la mujer, al amor, etc.

No obstante, a mis cuarenta y cuatro años y durante los siguientes siete, nació este libro intitulado "Paulina" que es el nombre de mi amada y única hermosa hija, quien me fue arrebatada por la ingrata muerte un jueves 16 de marzo del 2000.Creo que, dificilmente entre todos los libros que se han editado, encontraremos uno que exponga tan vividamente y en poesía, el dolor de un padre por la muerte de su hijo.

Seguro que esto es porque en la lógica más común de la vida, los padres deberían partir de este mundo antes que sus hijos; de hecho, no existe en nuestros vocabularios un término como viudo o huérfano, etc. que describa al padre que se queda sin su hijo. En nuestra sociedad sin embargo, dadas las nuevas enfermedades mortales llamadas "juveniles", y dada la ola mundial de violencia que atrapa a los más débiles e inexpertos, entre otros factores, estamos teniendo un grupo creciente y casi generacional de padres "huérfanos" de sus hijos.

Esta ilógica de la vida, este dolor indescriptible, esta desazón de quedarse "desempleado" de uno de los deberes más sublimes que es el de ser padre o madre, esta verdad desnuda y desgarradora de saber que se va a ir envejeciendo en total ausencia de prole, es lo que este libro presenta en su interior.

Si tú, querido lector, no has tenido esta grave experiencia, no te la deseo jamás; y, aún así, estas páginas deberán hacerte reflexionar de lo maravilloso que es tener a tus hijos contigo y lo importante que es brindarles en sus primeros años abrigo y protección; y en su vida posterior, un código de ética que los haga maduros y responsables del cuidado de sus propias vidas.

Pero si tú, como yo, has tenido el infortunio de perderlos, vas a encontrar en este libro una fuerte identificación con los sentimientos que se respiran línea tras línea, poema tras poema. Yo, solidariamente espero que esta poesía no sólo te identifique, sino, desde lo más profundo de mi corazón, deseo que logres abrazar nuevamente la esperanza para tu futuro, y una buena medida de satisfacción y gozo que la vida tiene aun reservada para ti.

Que la fuerza de la viva memoria de nuestros hijos viajeros, sea la clave para que lo logres, compañero.