Foro para escritores de Bubok

Os agradezco sinceramente vuestras palabras de ánimo, y aunque parezca contradictorio esto del miedo al ridículo me ocurre por que soy prepotente (palabra esta que recientemente está apareciendo mucho por este foro), y es que en aquellas cuestiones que tienen que ver con mi vida profesional soy bastante bueno (perdonad de nuevo mi falta de humildad) y me doy cuenta de cómo otras personas meten la pata hasta profundidades inverosímiles sin dasrse cuenta de ello.

Sin embargo no soy un profesional de la escritura, apenas un aprendiz curtido de la lectura constante (mucha aunque nunca suficiente) y por eso temo no tener un nivel mínimo.

Es curioso, pero este miedo escénico, aunque siempre patente, se acentuó cuando un día comprobé que alguien compró mi libro. Me refiero al libro en papel ya que en formato electrónico era gratuito. Y fue entonces cuando lo quité de la circulación.

Me refiero al libro que tengo aquí en BUBOK, ya que los dos de LULU eran de temática muy profesional y al final los quité porque llevaban ya varios años y dejaban de estar al día.

Además, el libro de BUBOK era muy intimista, en gran parte autobiográfico de una etapa de mi vida especialmente delicada. Y puede que dejar que otros entren en mi vida a través de mis palabras acentuara mi miedo al ridículo.

Gracias de nuevo a vosotros por vuestros ánimos. Creo que voy a hacer algunas correcciones y lo voy a "subir" de nuevo.

Escribir requiere un aprendizaje, es raro que uno se siente de repente y escriba una obra maestra. Así que vamos a tropezones, aprendiendo de nuestros errores. Si no eres experto escritor más vale que te bajes del pedestal al que te has subido (nadie piensa que estés en uno), ganes en la humildad de reconocer que sabes lo que sabes pero que deseas hacerlo mejor y con eso basta.

Tengo aquí unas memorias que son parte de mi vida de infancia y juventud. Si alguien se hubiera reído de ellas no le habría hecho caso, a palabras necias oídos sordos. Las críticas con sentido, ésas son las que tienes que buscar. Y me callo que estoy en plan moralista y me siento ridículo, jaja.

Yo sustituiría el miedo al ridículo por el valor y las ganas de contar o decir algo.

El resultado, dirán algunos, puede ser hacer el ridículo con mucha decisión.

Pero nadie gana un partido si sale a no perder. Me parece una estupidez, y moralizo sin rubor, estar por aquí y esconderse y no demostrar que quieres decir algo.

Fischer arrasó en su carrera mientras le guió la ambición de ganar. Hasta 1972. Despues de su triunfo, el miedo a ser derrotado le paralizó. Era el mismo jugador, el mismo talento. ¿Qué diferenciaba al Fischer de antes y después? El miedo contra la osadía.

Es cierto que por cada Fischer hay no se sabe cuántos que no llegan y fracasan. Vale. Si te consideras uno de ellos, acéptalo. ¿Tienes miedo? Escóndete. Si crees que no tienes nada que decir, calla.

El miedo al ridículo es muy común, solemos padecerlo todos, no solo los que escribimos algo, aunque sea poco, sino en otras situaciones de la vida.

Pero, si queremos algo y no intentamos conseguirlo por miedo a que no sea lo que les gusta a los demás, nunca empezaremos nada y nunca conseguiremos nada. 

¿Por qué nos preocupamos por lo que piensen los demás?. Mejor dicho de lo que no nos gusta a nosotros que piensen. Seguramente por que preferimos creer que todo el mundo nos admira o entiende lo que queremos decir cuando escribimos, pensar éso nos autoafirma en nuestra creencia de que somos buenos, lo hacemos bien. Pero sin las críticas constructivas de los que entienden no se aprende. Y la opinión del que solo critica y no sabe valorar el esfuerzo del que escribe y se atreve a publicar, hay que leerla pero no consentir que influya en uno hasta el punto de dejar de lado algo que nos gusta.

Así que piensalo bien. Tal vez llegues a la conclusion de que, si tienes algo que decir, es una pena que no lo digas.