Algunos lo cuentan con la letra pequeña. Yo lo digo alto y claro. Los premios literarios están amañados. Les daré ejemplos propios y otros que pueden encontrarse en la web o buscando a las personas implicadas.
Cuando comenzamos a escribir hace muchos años, historias que nos divertían, historias que necesitábamos sacar de dentro, lo hacíamos con ilusión, Una ilusión que con el tiempo se convirtió en un anhelo de publicar algún día.
Para publicar una obra novel se ha recomendado hacerlo (durante mucho tiempo)a través de un concurso o premio literario. Los premios son una trampa que el escritor novel, iluso, virgen, idealista, ignora y con la que espera que se le revele el paraíso perdido de la publicación, el fruto prohibido de la fama inmediata. Donde los requisitos, la letra pequeña, los innumerables trámites, como cantidad de ejemplares encuadernados, tamaños y formatos, terminan siendo un calvario por el que peregrinar hasta terminar viviendo en algún círculo del infierno como si Dante nos llevara a padecer el camino sufridor de cada escritor primerizo.
Nosotros (mi pareja y yo, porque somos una pareja de escritores) terminamos autopublicándos aquí en Bubok. No debemos favores a nadie. pero ésa es otra historia. Vamos a los premios amañados, algunos famosos y otros más anónimos.
Hacemos fácil la lectura
La comunicación especializada en escritores
