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raitann
Mensajes: 1.172
Fecha de ingreso: 24 de Febrero de 2010

63 CONCURSO DE MICRO RELATOS. SUS ENORMES RUEDAS. MICROS

13 de Mayo de 2013 a las 8:57

Aquí los micros. Ya sabéis: hasta las 22.00h del 23 de mayo. El comienzo será: Sus enormes ruedas. Si a alguien no le gusta que lo diga. Hala a escribir.

raitann
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  • 14 de Mayo de 2013 a las 18:49

Pánico

Sus enormes ruedas giraban
inmisericordes hacia la cabeza de Hilet. Este,  hipnotizado, mirándolas rodar, lloró paralizado por el miedo.

Giro a giro, lento caminar,
inflexible, seguro.

Hilet sintió cómo en su estómago algo no funcionaba bien.

Le siguió un dolor que en aumento le empezó a parecer
insufrible y le hizo olvidar el girar de las mortales ruedas; llevándose las
manos al vientre apretó con fuerza.

Cuando las ruedas llegaban a su
cabeza, pararon y, tras ellas se oyó una voz

—¡Coño, Hilet, no hay quien se
acerque a ti! ¡Esto huele que apesta! Ya no juego más. 

raitann
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  • 14 de Mayo de 2013 a las 18:59

Un viaje sin vuelta

Sus enormes ruedas patinaban en el fango. La desesperación
por salir de aquel lugar lo hacía pisar con más firmeza el acelerador, pero era
imposible el carro se asentaba cada vez más. Desmoralizado paró el coche y se
dispuso a buscar algo que le sirviera de palanca para los neumáticos, mientras
paseaba por aquel recóndito sitio en la montaña el Sol se escondía. Encontró
unas ramas de acebuche. Se dispuso a colocarlas cuando de repente escuchó como algo se acercaba; era un lobo hambriento y rabioso.

Le enseñó sus dientes y se
abalanzó sobre su cuello hasta que dejó de patalear.

raitann
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  • 15 de Mayo de 2013 a las 22:43

La ofrenda

Sus enormes ruedas dejaban profundos surcos en el camino. Pronto amanecería.
— ¡Silencio! debemos avanzar en silencio.
Marchaban penosamente. En el interior del monstruo algunos hombres sudaban sofocados. Fuera otros lo arrastraban. Odiseo sintió pena por todos ellos, muchos morirían aquel día.
Ante las puertas de la ciudad el gran caballo de madera, altivo y mágico aguardaba el amanecer.
— Es una ofrenda para Atenea — dijo Sinón, el espía, al temeroso capitán troyano.
La fiesta en honor de la diosa duró todo el día, bailaron y bebieron y al ponerse el sol consumaron el sacrificio prendiendo fuego a la enorme bestia.

raitann
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  • 16 de Mayo de 2013 a las 23:04
Verano
 
Sus enormes ruedas hicieron ruido al pisar la grava. La niña la aparcó apoyándola contra el muro y se sentó en la piedra junto a sus abuelos.
 
-¿Qué tal las vacaciones?
-Bueno, un poco harta ya de estar en este pueblo asqueroso.
-¿Qué?
-Que estoy harta de estar en este pueblo asqueroso.
-¿Qué? Tengo que cambiar la pila al aparato…
-Que estoy harta de estar en este pueblo asqueroso.
-Bah, déjalo. No te oigo.
-¡Que está harta de estar en este pueblo! ¡Asqueroso!
raitann
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  • 18 de Mayo de 2013 a las 23:30

Oídos sordos

Sus enormes ruedas chirriaban como gatos atormentados sin que nadie reparara en el sonido. Era tan normal…
Los gritos de los que quedaron atrapados bajo aquel enorme engranaje sí llamaron la atención de todos.
—¡Se ha roto! No entiendo cómo ha podido ser.

raitann
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  • 18 de Mayo de 2013 a las 23:42

Puerta del Sol

Sus enormes ruedas y sus interminables engranajes giraron hasta que el reloj empezó a dar los cuartos. Busqué a Marga con la vista entre el bullicio. Deseaba empezar el año abrazándola, decirle algo bonito al oído que rompiera la distancia que manteníamos. Al fin la encontré. Estaba abrazada a Sebas, el chico nuevo. Reían como imbéciles, pensé, pero el imbécil era yo. Sonaron las campanadas: una, dos… No podía dejar de mirarles con rabia. Alguien me tocó el brazo. “¡Feliz año!” dijo Milagros. Su boca reía pero sus ojos decían:
 “Lo siento. Sólo soy yo”.

raitann
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  • 21 de Mayo de 2013 a las 22:43
Selección natural
 
Sus enormes ruedas sobresalen de entre el amasijo de hierros retorcidos a que ha quedado reducido el viejo autobús de línea. Las llamas comienzan a lamer su desgastado caucho.
Desde lo alto del precipicio, en el arcén de la angosta carretera, junto a tu utilitario milagrosamente detenido a un par de palmos del abismo, lo ves arder allá abajo con asombro.
"¡Pobre gente!" piensas. Vuelves al coche y arrancas. "¿Qué podía hacer? Era mi vida o la de los cincuenta y tantos pasajeros del autobús."
raitann
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  • 22 de Mayo de 2013 a las 22:17

Sin reconocimiento

Sus enormes ruedas (como las había bautizado) de piedra iban a ser la envidia de cualquiera, pensó mientras las apoyaba en un viejo árbol de la montaña donde las había esculpido.
Desgraciadamente, mientras él bajaba la cuesta, el tronco cedió y su nueva invención lo aplastó.

raitann
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  • 23 de Mayo de 2013 a las 0:40

Orgullo

Sus enormes ruedas ¡cómo presumía de aquellas ruedas! Las había echo traer expresamente de Alemania y eran su mayor orgullo. Así, su exclusivo coche era aún más especial.
Eran un blanco doblemente fácil, cuanto mayor el tamaño de la rueda, mayor la satisfacción al rajarlas, pensaron sus alumnos cuando vieron su boletín de notas.

raitann
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  • 23 de Mayo de 2013 a las 1:15

El día que papá le trajo Dolores a María

Sus enormes ruedas salen disparadas en todas direcciones mientras la frágil carcasa del 4X4 de Barbie sucumbe aplastada, cual cáscara de huevo, bajo el mastodóntico pie de doña Eugenia.
Lo Lee abraza el costado de su hermana y rompe a llorar en su idioma.
-¡Pero bueno! -ruge la enfurecida asistenta-. Tú, chinita de mierda, recoge ahora mismo este desastre -ordena al girarse para encarar las escaleras-.
“No está todo perdido, el puñado de canicas y la comba tensada sobre el peldaño harán bien su trabajo”.
-Tranquila, Lolita. No dejaré que te hagan daño -susurró María ante la inminente caída.

raitann
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  • 23 de Mayo de 2013 a las 22:04

Enma 29

Sus enormes ruedas internas giraban a tal velocidad, que las válvulas que bombeaban su corazón estuvieron a punto de salirse de su sitio.
–Enma, ¿estás bien? –le preguntó el profesor al ver las lecturas de su indicador telemático.
–Sí, señor –contestó ella poniendo sobre la mesa el servicio del té.
–¿Estás segura?
–Sí, señor. Por favor, no se preocupe.
 Enma salió de la habitación visiblemente turbada. Ya no abrigaba ninguna duda: se había enamorado de su creador.

raitann
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  • 23 de Mayo de 2013 a las 22:09

Se cierra la admisión de micros.

"Enma 29" estaba en mi correo desde hace unas horas; el retraso en su aparición es culpa mía. 

pelotadeplaya
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Fecha de ingreso: 26 de Agosto de 2012
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  • 28 de Mayo de 2013 a las 23:46

Bueno, aquí van mis comentarios, un poco tarde, disculpad:


- Pánico: Me parece un buen relato, y lamento no haberle dado más puntos, y no fue por otra cosa más que porque se me fastidió el pánico cuando leí el final "ya no juego más", sino se hubiera llevado más de 3 puntos seguro. El nombre del chico incluso le da más aire de película de suspense.

- Un viaje sin vuelta: Sigo leyéndolo y me parece un micro redondo, quizá hubiese cambiado que el lobo estaba rabioso por que estaba hambriento, pero el resto me encantó. Llamadme macabra.

- La ofrenda: Otro micro al que me hubiera gustado darle puntos, pero me tiró para atrás el que hicieran una ofrenda después de estar todo el día de parranda, si hubiera sido a Dionisio, le hubiera visto incluso sentido o si hubiese sido algo vandálico, pero una ofrenda a las 6 de la mañana no la veía. Aun así, ya digo que me pareció muy buen micro.

- Oídos sordos: Me gustó porque me hizo reparar en que estamos acostumbrados a ruidos espantosos y si son continuos al final no reparamos en ellos.

- Puerta del Sol. Carlos, siempre consigues tocar nuestra fibra sensible. ¿Quién no ha sentido en sus carnes saberse "sólo yo"?

- Selección natural. Es muy cruel, pero creo que estamos tan acostumbrados a ver catástrofes en los medios de comunicación, que al final uno se inmuniza y, por desgracia, hay gente que parece que nace inmune a la desgracia ajena, sobre todo si es al volante.

- Sin reconocimiento. La idea es buena, pero no me acabó de cuadrar que alguien invente la rueda y además le ponga nombre, llamadme tiquismiquis.

- Orgullo. Rosa, te puedo asegurar que he visto ruedas rajadas de profesores y no eran en coches bonitos ni de los que presumieran. Y sí, el principio y el final no quedaron bien unidos, quise no caer en el tópico de la mujer rajando ruedas y al final el micro perdió su esencia.

- El día que papá le trajo Dolores a María. Me perdí al principio porque normalmente a la asistenta no se le trata de "doña", si hubiese sido una institutriz hubiese sido redondo, pero estar tiranizadas por la asistenta me parece algo exagerado. 

- Enma 29. Para mí, la frase final sobraba, aun así, otro micro al que me hubiese gustado dar puntos por originalidad al menos.