Creencias creadas

Sin lugar a dudas, somos parte de una civilización compleja. No sólo hay cambios a nivel planetario, sino que también social, familiar e individual en lo que se refiere a las expectativas y calidad de la vida humana. No hace más de dos siglos, la expectativa de vida era de 40 años, hoy se ha duplicado. Las posibilidades de afectar nuestro medio ambiente aumentan en forma exponencial y si no prestamos atención, rápidamente podemos llegar a perjudicarnos como especie. No importa si vivimos en un continente u otro, cada acción está generando un cambio (muchas veces impredecible e irreversible) y éste, provoca otra necesidad de respuesta que nos lleva a terrenos inexplorados, desconocidos y de incertidumbre. Por lo tanto no es de sorprender que se generen dificultades que jamás se habían presentado en el pasado y que no sabemos cómo soslayar. Está en nosotros utilizar nuestra capacidad para prever las posibles consecuencias de nuestros actos, y la mejor forma de hacernos responsables es educarnos. Porque en la Era de la Información necesitamos conocer y sobretodo conocernos.

Muchas veces nos sentimos impotentes ante la magnitud y velocidad del cambio a nuestro alrededor. La propuesta de este libro es que tengamos en cuenta algunos conceptos desde la filosofía, la psicología, la teología y las experiencias comunes, para estar en condiciones de recuperar la capacidad de proponer nuevos posibles, de desear y de llevar adelante una vida significativa teniendo en cuenta que estamos atravesados por nuestra historia, el contexto y las personas con quienes compartimos nuestra maravillosa experiencia humana.

Porque la vida no se encuentra en lo que es o lo que va a ser, sino entre ambos extremos y siempre por-venir.

El autor desarrolla temas desde la influencia social y la sociedad de consumo, pasando por la construcción de una creencia, el libre albedrío, la conciencia y cuales son las necesidades humanas, hasta la manifestación metafísica del ser humano; para encontrar una relación entre toda la experiencia de vivir (individual, familiar y social), e integrar lo sobrenatural o trascendente, expresado por las distintas prácticas religiosas.