Sindo

 Cuando el patriarca Ben Cartwright de la mítica serie Bonanza
aparecía en la pequeña pantalla, la multitud congregada a su
alrededor enmudecía. Durante una hora, el gran 'cowboy' del
Viejo Oeste debía hacer frente a nuevos e impredecibles
contratiempos. Asesinos, ladrones y bandidos, pero también
damiselas y forajidas se colaban en la Ponderosa para amenizar
las agitadas jornadas americanas. Así, en la década de los 60,
al calor de la familia Cartwright, miles de niños y niñas fabularon
con la valiente figura del 'cowboy' americano.

Gumersindo Tapia Sánchez también fue otro de esos grandes
'cowboys' aunque no vivió en el lejano Oeste, ni tampoco se las
tuvo con asesinos. Nació y creció en tierras salmantinas y vivió
de forma muy particular los grandes acontecimientos del siglo XX.
Sindo, como así lo llaman, habla simple y llanamente, tal como
aprendió en su infancia. Un pastor que consiguió abrirse camino
entre las dehesas charras para convertirse en uno de los vaqueros
más preciados. Una vida que supo adaptar a cada momento o que,
en realidad, supo aprovechar los momentos que le brindó la vida.
Un observador que mira implacable los hechos que han marcado
los últimos 80 años. La historia de Sindo no es más que otra de
esas que conforman la verdadera Historia del mundo.