?No soy un ser cibernético; me parieron hace años con carne y algunos huesos; al tiempo y no sin esfuerzo aprendí a decir "mamá, papá", la verdad, no sé cuál balbuceé primero. Después, eso seguro, me oyeron "dame aquello... quiero esto".
Día a día mi vocabulario se fue enriqueciendo y con él los pensamientos, y sin darme cuenta, llegó un momento en que lo pensado ya no dependía tan solo de lo que veía o deseaba; había encontrado el mundo de la abstracción, un mundo, que aún necesitando las palabras, va mucho más allá que ellas.
Sí, jamás dejamos de crecer ni por fuera ni por dentro; aprendemos, tropezamos y aprendemos incluso de los tropiezos... y seguimos caminando... y ahora hago clic con un dedo y se enciende una pantalla llena de enigmas que aún no entiendo; pero no pasa nada, pues lo importante en todo es ese primer paso, aquel primer "papá y mamá", aquella primera abstracción, esta primera tecla acariciada por mi dedo con respeto... de verdad, todo es comenzar, el resto depende del esfuerzo y de la belleza de las huellas de aquellos pasos.