Antonia Freile Solsona

"Si tuvieran que buscarme, me encontrarían en lo más profundo del océano, palpitando en su silencio dilatado, intentando hallar respuestas, en la búsqueda incesante de una verdad absoluta... de un pensamiento puro."

En mi memoria, la poesía parece existir desde siempre, como un vínculo tomado en el primer aliento de vida, en las primeras lágrimas escondidas, enjuagadas en el silencio, porque es difícil expresar con palabras, cuando todo un diccionario no basta. Esas mismas han viajado hasta hoy, en el más absoluto secreto. Mis primeros versos creados a los siete años. Esos que aprendí de memoria, y que me han acompañado a lo largo de mi historia, haciéndome comprender muchas cosas, tomando el sentido de un destino implacable y caprichoso, donde la vida de escritora y además poeta, parecía ser más una utopía que una realidad.
A pesar de que nunca dejé de escribir, lo hice siempre para mí, en una mezcla de timidez y convencimiento, que al mostrar abiertamente los sentimientos, me hacía vulnerable. Pero no concibo un día sin un apunte, una nota, una estrofa que surge de algún rincón del alma, con vida propia, tomando forma hasta que se plasma.

- 1983, mientras cursaba mi Diplomatura en Enfermería, tuve ocasión de conocer y escribir letras durante más de tres años, para el pianista y compositor Josep María Mestres Miret, fallecido el 22 de Junio del 2002 y a quien tuve el honor de acompañar en el premio sardana Joaquim Serra, por su composición "La festa de San Lluc". Un tiempo para mí entrañable, en el que compartimos música y letras, contemplando las injusticias mundanas desde la perspectiva de casi tres generaciones de diferencia. Tal vez fuera esa la razón que me llevara a aterrizar en la facultad de derecho de Barcelona, una vez terminada mi diplomatura... Abandoné los estudios de jurisprudencia, tras el primer juicio que presencié, de donde extraje la conclusión, de que jamás podría defender dignamente a un culpable, sabiendo que lo era.
En aquel momento me dediqué a profundizar y ampliar mis conocimientos participando como co-autora en varios trabajos de investigación para congresos de enfermería, elaborando así mismo los artículos para revistas especializadas, etc. De ello se derivó mi participación como Jefa de Redacción, para las revistas de las sociedades de enfermería nefrológica, tanto española como catalana. (SEDEN y ACIN respectivamente)... Así que, aunque de modo diferente, las letras seguían presentes.

-En 1992, después de un tiempo de estar a caballo entre España e Italia, trasladé mi residencia a Milán, abandonándolo todo. Durante los años que residí allí, tuve el honor y el placer de conocer a Massimo Infante (fallecido), escritor, crítico de arte, periodista y corresponsal de guerra, así como a su entrañable esposa Carla (fallecida), profesora de Liceo y a su hijo Milo Infante (actualmente periodista conductor de un programa en la RAI), quienes me brindaron amistad y afecto y con quienes pude compartir literatura y versos. Desde el recuerdo, mi cariño y respeto, como no, y mi más sincero agradecimiento.
Años más tarde, regresé a mi país. El fallecimiento de mi padre y una serie de circunstancias adormecieron la pluma por un largo periodo de tiempo.

-En 2006, retomo las riendas de la literatura, comenzando a publicar en redes como Neurona (actualmente Xing) y Ning. Pero es en el 2008 cuando inicio un trabajo más activo a nivel literario, escribiendo en colaboración con otro autor, dando como fruto hasta el día de hoy, cinco novelas y dos obras de teatro.

-Desde el 2009, co-moderadora en el grupo "El Club de la Escritura", de la red social Xing, donde obtuve mención de honor por el relato corto "La carta", en el concurso realizado por "La Casa de los Poetas".
En febrero de 2010 gané el primer premio de poemas de amor, convocado por la misma red social con el poema "Donde Habita el amor mio".

-Ahora, en el 2011, presento mi poemario "A corazón abierto".