Si leiste nuestro post «cómo escoger la fuente perfecta para tu libro» y te quedaste con ganas de más, te traemos 4 consejos de tipografía sobre lo que no debes hacer, y por qué. ¡Comenzamos!
1. No escojas fuentes de fantasía
Las letras están pensadas para ser leídas. Los adornos, además de dar un aspecto peculiar –o incluso hortera– a una fuente, son un obstáculo para la legibilidad. Hay varios ejemplos de letras de fantasía: dibujos de vid para la tipografía de una botella de vino, flores, destellos, adornos, caracterización de las letras… Aquí os dejamos un par de ejemplos para que comprobéis las dificultades de lectura que estas fuentes traen consigo. ¡Imagínate cómo se verían en la portada de un libro, por no hablar del interior!
También conviene huir de aquellas fuentes que tratan de imitar la escritura a mano, también conocidas como scripts. Una de las más famosas es la Mistral, que podéis ver a continuación:
Esta tipografía fue creada para textos muy puntuales que debieron haberse escrito a mano. No caigas en la tentación de utilizarla para diferenciar las cartas de tu novela del resto del texto; el efecto es muy poco profesional.
2. No crees estilos históricos
Tu novela está ambientada en la Edad Media, o se trata de una historia de fantasy épico al más puro estilo Game of Thrones. Puede que utilizar una tipografía medieval en la portada o en los títulos de capítulo te parezca una gran idea, pero no lo es. Simular con tu diseño el aspecto antiguo de las letras puede hacer que el resultado parezca una parodia. La encuadernación y el tipo de papel han variado mucho desde los tiempos en que aquellas fuentes eran utilizadas y optar por ellas puede suponer un contraste ridículo.
3. No utilices muchas tipografías distintas
Si quieres que tu libro tenga un estilo concreto y que las jerarquías (títulos, texto principal, pies de foto si hubiera) se diferencien adecuadamente, no caigas en el error de utilizar muchas tipografías, o muchos tamaños distintos para la misma. En este caso, menos es más. De lo contrario, solo conseguirás que el lector se confunda.
4. No abuses de las cursivas
Las cursivas tienen usos muy concretos, y no deberás utilizarlas salvo para ello. Componer todo el texto en este tipo de letra puede ser muy cansado para el lector Puedes consultar aquí los usos de la cursiva y, además, mejorar la ortografía de tus textos.
Seguro que a estas alturas eres casi un experto y sabes que la Comic Sans no es una buena idea para tu libro. Esta fuente, amable y redondeada, encabeza el ranking de las más odiadas por los diseñadores.
Esperamos que los consejos de tipografía de este post te haya resultado de utilidad a la hora de publicar tu libro ¡hasta la próxima!
[…] ya advertíamos en nuestro post 4 consejos de tipografía, no caigas en la tentación de elegir las letras fantasía. Pueden parecer bonitas pero son […]