Calendario 17 / noviembre / 2019 Cantidad de comentario Sin Comentarios

La felicidad nos rodea escondiéndose en los más pequeños detalles. Sin embargo, cuando la tristeza se apodera de nosotros, nos cuesta verlo. En ocasiones, incluso, acabamos cayendo en un pozo tan hondo y negro que nos cuesta salir de él sin ayuda. Es en estos momentos cuando la escritura terapéutica se convierte en nuestra mejor arma. Seguramente, una de las medicinas más fáciles y baratas de conseguir, pues podemos echar mano de ella en cualquier parte y momento. El boli, la pluma o el teclado del ordenador están esperando para reunirse con nosotros y el papel está dispuesto a abrazar cualquier cosa que tengamos que decir sin juzgarnos ni cuestionarnos.

 

escritura terapéutica

 

¿Qué nos aportará la escritura terapéutica?

Aunque la escritura terapéutica no reemplazará la terapia psicológica, es una buena medida para tratar de reducir su ansiedad. Muchos psicólogos ya recomiendan esta práctica como complemento a sus consultas. Estas son algunas de las mejoras que notaremos en nosotros mismos:

  • Mejorará nuestro estado de ánimo
  • Mejorará nuestra sensación de bienestar
  • Se reducirán los síntomas de depresión antes de un evento importante como, por ejemplo, un examen
  • Evitaremos encerrarnos en nosotros mismos y negar los síntomas que se producen después de un trauma.

La terapeuta estadounidense Elizabeth Sullivan describe la escritura terapéutica como «hablar a otra conciencia (el lector), o a otra parte del yo. Gracias a ello conseguimos saber quiénes somos realmente en el momento presente.

Distintas formas de escritura terapéutica

Existen muchas formas de utilizar la escritura para autoconocernos mejor y conseguir cierta paz mental. Tres de ellas son:

  • Escritura libre. No te limites y escribe lo que tengas en mente. No tiene que ser gramaticalmente perfecto ni tienes que estar pensado para que otra persona lo lea. Simplemente escupe en un papel todo lo que sientes y observa los resultados.
  • Escribe poesía. John Fox, terapeuta y poeta, habla en uno de sus libros sobre el poder de la poesía y nos invita a recordar imágenes positivas de la infancia para luego asociarlas a emociones y escribir un poema con aquellos detalles que hemos recopilado.
  • Redacción de cartas. Componer una carta a alguien que amamos para contarle cómo nos sentimos y explicarle qué es lo que no nos deja respirar. También podemos hacerlo al contrario y escribirle a una persona que nos está haciendo daño, que nos ha herido en uno momento determinado o que nos ha hecho pasar un mal rato. No hace falta que le enviemos la carta, El objetivo es que seamos conscientes de nuestros pensamientos y sentimientos.

Si nos encontramos con dificultades para comenzar a utilizar la escritura terapéutica, vamos a intentar llevar a cabo estos pasos:

  • ¿Sobre qué quiero escribir?
  • Cierra los ojos, respira profundamente y reflexiona sobre el punto anterior.
  • Ahonda en tus pensamientos y sentimientos.
  • Dedícate tiempo. Intenta escribir entre cinco y quince minutos seguidos.
  • Relee lo que has escrito.

 

Independientemente del método que elijamos, debemos siempre tener en mente que el objetivo es abrirnos a nosotros mismos y soltar el peso que llevamos dentro. Nadie va a leer lo que hemos escrito si no queremos, pero no debemos olvidar que la escritura puede ser la llave que abra la puerta a la felicidad y cierre definitivamente la de la tristeza.

 

 

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