Joseph Yeladim, su autor, define con una frase tan sencilla como práctica su libro: «Esta es la historia de una paternidad católica en tiempos de la Industria 5.0». Espiritualidad y vida en familia mostrados y narrados de manera emocionante
La autopublicación ofrece a muchos autores una vía para extender y hacer entender sus creencias. Vivir en espiritualidad y ayudar a marcar un camino que otros puedan seguir es un propósito que algunos manifiestan volcando su esfuerzo en la creación de libros que alcanzan y tocan a tantos lectores como ya ha hecho ‘Papá, amar y crear’.
Lorena Clare y Miguel Ángel Rodríguez (ex primera dama y expresidente de Costa Rica) quisieron intervenir en este libro anunciando en sus primeras páginas lo que va a encontrar el lector: “Una visión mística de lo cotidiano, cuya lectura despierta asombro, admiración, nostalgia, alegría. Es poético y profundo. Sencillo y complejo. Sutil y directo”
Joseph Yeladim, el autor, elige como narrador al pequeño Simón del Karmel. Ya desde el vientre materno, el bebé narra la relación de sus padres con él y con Dios. El autor marca el camino desde el principio: “Esta es la historia de Papá : un hombre poco convencional, abismal, providencial y ácrono, que nutre desde el alma la relación con su hijo Simón del Karmel. Mamá los acompaña entre la acción y la contemplación… Esta es la historia de una paternidad católica en tiempos de la Industria 5.0”.
«Los bebés están experimentando el reino de los cielos; algunos adultos hacen acrobacias vanas por llegar a conocerlo»
Simón del Karmel no crece delante de un televisor ni es entretenido dejándole un móvil en las manos: es criado desde el principio en un entorno en el que la música, la lectura y la pintura se conjugan con la espiritualidad en que vive una familia entregada a su hijo y su fe. Nadie mejor que el autor para definir cómo crece Simón del Karmel: “Algo extraño conecta a Papá con el bebé, una bella relación que trasciende lo parental. A Mamá le pasa igual cuando se comunica con el bebé por medio de la voz, los pensamientos, el cuerpo y el silencio en el que se contemplan mutuamente. Multiversos unidos por el amor”.
Emociona el modo en que los padres contemplan y quieren entender la magia que encierra la inocencia de la infancia: “Papá comprende que un bebé no habla porque está absorbiendo todo con sus sentidos. Los bebés están experimentando el reino de los cielos; algunos adultos hacen acrobacias vanas por llegar a conocerlo”.
“La paternidad es un regalo con muchos secretos por descubrir”
Y emociona, frente a la tendencia más habitual a explicar la familia desde el prisma del lazo que une a la madre con su hijo, que este libro muestra a un padre entregado a ambos. Si ha de convertirse en titiritero para arrancar la maravillosa sonrisa de un niño, lo hace.
Papá da amor y quiere que su familia se sienta amada: “Eres un ser extraordinario, Simón’, le dice Papá”. El germen del amor paterno crece día a día en el pequeño alimentado por un Papá omnipresente: “¿Recuerdan la persona que los llevó a columpiar por primera vez? Papá fue designado para tan alto menester”.
“La paternidad es un regalo con muchos secretos por descubrir”, afirma el autor en su libro. Y emociona el esfuerzo que muestra en su narración para tratar de comunicar la magia que rodea y emana de esos secretos.