Una portada básica en 5 pasos

Después del tiempo y esfuerzo que un escritor ha dedicado a un libro, viene un momento casi mágico en el proceso editorial: por fin el creador está frente a una obra terminada. Al menos en el contenido, pues resta darle forma al continente. Es cuando el autor tiene que tomar algunas decisiones, como la portada. Hoy te enseñamos cómo crear una portada básica.
La mejor recomendación que podemos hacerte permitir que un profesional la realice. El éxito —o fracaso— de tu obra depende en gran medida de su apariencia y diseño, por lo que invertir en una portada profesional es una decisión que vale la pena que te cuestiones. La portada puede marcar la diferencia.

Dicho esto, hay momentos en los que no contamos con los recursos o simplemente preferimos hacerlo nosotros mismos; seguiremos pues con algunas recomendaciones básicas para componer una portada de calidad que complemente el contenido de nuestra obra.

1. Busca ejemplos

Visita una librería o una biblioteca donde puedas observar otros títulos, así podrás hacerte una idea genera de qué quieres y tomarlo como base para realizar una portada con una apariencia profesional. Si simplificamos los elementos que componen la portada de un libro, son dos: el texto y las imágenes.

2. Elige una tipografía legible

Para el lector, identificar el título y el nombre del autor de una obra manera rápida y fácil es crucial, de otra forma, desestimara la obra casi de inmediato. Procura no utilizar fuentes como Comic Sans y Papyrus. Además de ser inadecuadas para este fin, suelen ser consideradas de baja calidad y los diseños que las emplean son motivo de burlas en la red.

3. Cuida mucho la ortografía

Basta un solo «error de dedo» en portada para que un libro pierda por completo el interés de los compradores. Algunos errores comunes son olvidar que los títulos no llevan puntos y que las mayúsculas sí se tildan. Además, si tu título contiene algún carácter especial como guiones, corchetes u otros signos, lo mejor es que verifiques la ortografía adecuada de estos en algún manual de redacción.

4. Presta atención a la resolución de tus imágenes

Busca una imagen que sea de buena calidad y tamaño. Para elegir la resolución adecuada de una imagen es necesario considerar el formato de tu obra; las obras impresas requieren imágenes en alta resolución (300dpi) mientras que las digitales con una resolución media (entre 150 y 75 dpi).Aquí puedes ver cómo varía la apariencia de imagen según su resolución.

5. Evita algunos errores de principiante

No utilices fotos de amaneceres, puestas de sol, el océano, nubes esponjosas, dibujos de tus niños  u otros lugares comunes,a menos de que se trate de algo significativo para el conjunto de la obra, restan credibilidad y originalidad. Por último, procura no insertar imágenes encajas. Jane Friedman llama a esto el «diseño camiseta», además de ser poco atractivas por transmitir poca profesionalidad,  suelen perderse por completo en las miniaturas.

Esperamos que estos pasos os hayan servido de ayuda. No olvidéis compartir las portadas de vuestros libros etiquetándonos en twitter. Podéis encontrarnos allí con nuestro usuario @bubok.