Fetiches en el café
Me amenaza. Dice que conoce mi secreto más oculto. Yo no me callo. La amenazo, también, con hacerla socia vitalicia del Atlético Portorriqueño, que milita en la segunda división B española. Me echa fetiches en el café. Me arroja un uniforme militar a la cabeza. Pero yo vuelo alto, esquivo el Mondrian que me sigue en mi huida. Me enseña una pierna. Regreso al olor de los siglos venideros. Asegura que me adora. Le hablo de la muralla infinita de los deseos, del infierno limitado, de las chapas de mi cartera. Se disculpa con una hostia en toda la cara. Se excusa [...]