Brújula
No puedo recordar, cuándo fue la primera vez que me enfrenté, a la blancura de un folio. Tampoco, qué acontecimiento me empujó a ello. A día de hoy, el hábito se ha forjado discontinuo, gracias a épocas fértiles, que unas veces precedieron a lagunas creativas, y otras irrumpieron en éstas, devolviéndome el gusto por escribir.Por otra parte, siempre, me acompañó la idea de crear un gran proyecto, llámese novela. Aunque de momento, esas iniciadas tentativas que surgieron, duermen en el disco duro de mi ordenador, o en algún cajón ganando polvo, con [...]