La frase de inicio será "Se derrumbó..." (¡anda que no da juego la frase ni ná!).
Como agua de lluvia Se derrumbó. Lo vi caer poco a poco. Primero fue el ruido, después la sorpresa y por último el pánico. Eché a correr sin saber a dónde iba, de vez en cuando miraba atrás y veía el humo saliendo entre las paredes. Después volvió a repetirse todo, era una pesadilla. La gente chillaba, muchos se habían quedado petrificados y señalaban hacia arriba. El avión volaba recto y penetró en el edificio. Y entonces fue cuando una de las torres se derrumbó e inmediatamente la otra hizo lo mismo... y desaparecieron para siempre.
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Oh, pecador Se derrumbó al suelo del bar dejando en la mesa un vaso de wisky, un Fonseca en el cenicero y un maletín con mucho dinero fruto de una reciente transacción con cocaína. La sangre le brotaba junto a la corbata y le manchaba la camisa que cubría su gran barriga llena de billetes, que no de grasa. Recordó, mientras la bala le quitaba la respiración y la vida, como su madre le hablaba del infierno antes de ir a misa, cuando pequeño. Que Dios le llevaría allí si se portaba mal. Acertó a pensar antes de morir: “perdóname”.
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Parricidio Se derrumbó como un muñeco desarticulado. Su mirada parecía no comprender cómo había podido pasar aquello. Quizá viera aún a su hijo con el cuchillo en la mano, quieto y desencajado, sorprendido de sí mismo. Su mujer lloraba al fondo, sin querer ver nada. Ya no gritaba. Cerró los ojos, inerme, espantado finalmente. Sobre la cama, su hija pequeña se había hecho un ovillo. Hasta dos horas después, mientras en el hospital examinaban su vientre, no dijo nada. “Mi padre es bueno” musitó entonces, “nunca me haría daño”.
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Cifra convincente Se derrumbó en cuanto le hice mi oferta. La tozuda resistencia de aquel anciano, que juraba que no volvería jamás a la pantalla grande, se vino abajo como un castillo de naipes cuando oyó la cifra: doce millones de pavos. Por eso hoy podéis disfrutar de "Rocky Balboa, Resurrection", protagonizada por el inigualable, el único, el mítico protagonista de la serie original, ¡Sylvester Stallone!
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Ascender Se derrumbó sobre la butaca boqueando como un pez fuera del agua. A su alrededor, caras borrosas movían los labios como si cantasen una canción que le sonaba familiar aunque no conseguía entenderlos. Al fondo de la sala, un niño le sonrió mientras le hacía señas con la mano. Aquella invitación le pareció de vital importancia, así que tiró tan fuerte de sí mismo que se arrancó el alma de la carne y salió volando.
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