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nac1974
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DIARIO DE UNA CONVIVENCIA INFERNAL

28 de Octubre de 2014 a las 23:54

Atención, el libro titulado DIARIO DE UNA CONVIVENCIA INFERNAL, ha cambiado de título por BIPOLAR. Este nuevo título define aún mejor la historia que se basa, como dije, en hechos reales. El contenido es el mismo, pero la idea es la de causar mayor impacto. Os animo a que lo compréis o que descarguéis el ebook.

Fragmento de BIPOLAR:

JUEVES 11:

"En lo que llevamos de día de hoy, Vivien no sólo sigue en la misma línea de ayer, sino que yo diría que ha empeorado. Ahora ya no sólo no habla, sino que ni siquiera se molesta en preguntarme con quién he hablado por teléfono, ya que he tenido una entrevista telefónica de trabajo con una distribuidora de Herbalife, una empresa de la que no me fío mucho, pero que llegados los tiempos que corren, nunca se sabe. He quedado con esta persona para una entrevista personal el próximo lunes. Físicamente, estoy empezando a ver que Vivien ha experimentado un ligero empeoramiento. Se la ve con muy mala cara y como si estuviera cansada. Ella argumenta que se ha levantado aquejada de su alergia que dice que tiene, aunque yo sé que la enfermedad le ha vuelto a hacer cambiar nuevamente, y eso, por mucho que se empeñe en no reconocerlo, es un hecho. Lo cierto es que a diferencia de los meses precedentes en los que me he mostrado muy nervioso con ella, esta vez estoy adoptando una postura más prudente con respecto a su nueva crisis, y por otro lado, buscando que ella misma reaccione nuevamente y vuelva a animarse como la semana pasada. Por cierto, esta mañana me he decidido a comprarme unas bambas, ya que las que tenía y que me compré en Nueva york el pasado verano, ya empezaban a hablar. Por la tarde, Vivien ha seguido en la misma línea de negatividad, y lo malo ha venido hacia las ocho de la tarde, justo cuando el sinvergüenza de Peter, el colaborador de Vivien en las ferias de alimentación naturista le mandó un mensaje con el fin de"contratarla"para la nueva temporada. El problema ha venido cuando después de un intercambio de mensajes en el wathsapp, Peter ha venido a decirle que si Vivien quiere cobrar lo que le debe, tiene que volver a colaborar con él como única condición. Al aconsejarle yo que debería decirle bien claro que si no le paga no va a trabajar con él, Vivien no se lo ha tomado muy bien, y ayudado por el estado pésimo de humor en el que se encuentra estos días, hemos acabado discutiendo como venía siendo muy habitual en las últimas semanas hasta la pasada. Lo malo no ha sido que hayamos discutido, sino las cosas que me ha dicho. Para empezar, me ha despreciado el consejo diciéndome que ella no tiene por qué hacerme caso. Yo en ningún momento he tratado de obligarla a que mandara ese mensaje, cosa que ella sí me ha querido dar a entender, pero ella me ha contestado como si así fuera. Como me hablaba mal, la temperatura del ambiente fue creciendo hasta el punto de decirme una serie de descalificaciones propias de una sinvergüenza que no tiene escrúpulos a la hora de ofender, y entre otras cosas, me ha insinuado que yo soy hasta un maltratador, por aquello de que me hizo un comentario fuera de lugar:"¿Y si no hago lo que me dices, qué, me vas a pegar?". Por otro lado, últimamente, cada vez que tenemos una discusión utiliza el chantaje moral para herirme gravemente. La estrategia utilizada es la de decirme que prefiere cortar la relación porque no quiere herirme más, y se hace la víctima aludiendo lo que yo digo que ella hace y cómo actúa, cuando en realidad yo estoy definiendo una situación que se da simple y llanamente. Aparte de eso, son muchas las cosas que ha hecho para ofenderme, incluso en la forma de proceder. En varias ocasiones me ha dejado con la palabra en la boca yéndose al lavabo, llamando a su mejor amiga y despertándola o acostándose en la cama de su hijo mayor y poniéndose del lado contrario al que yo estaba. Encima se tomó las pastillas para dormir como una señal clara de no querer hablar más conmigo, como así me lo hacía saber una y otra vez. Precisamente, ésta era la cuestión que más me dolía. Me hacía dar a entender que quería acabar la relación argumentando motivos que estaban fuera de lugar, y queriendo transmitirme un sentimiento de culpa, y cuando decidí hacerle la pregunta que la obligaba a ser clara, empezó a recular en su posición. La pregunta era muy simple: "Yo considero que es una traición que acabes de esta manera la relación haciéndome sentir a mí culpable y por motivos absurdos que te hacen a ti la víctima, cuando más de una vez me prometiste que lucharías por la relación y que te mantendrías en la línea positiva de la semana pasada, que por contra, has demostrado que cuando quieres, puedes. Teniendo en cuenta que si me dejas es para mí una traición miserable, ¿vas a llevar a cabo dicha acción?"Sólo necesitaba una respuesta contundente para dejarla durmiendo en la cama de su hijo y así asimilar poco a poco que una vez más, una persona a la que había depositado toda mi confianza e ilusión, me defraudaba nuevamente, a mí y a mi hija. Pero no supo o no se atrevió a contestarme. Es más, tal pregunta la hizo recapacitar y reconsiderar su posición hacia la continuidad. Lo que me llamó la atención es que desde la una y media que acabó la discusión, hasta que finalmente se vino a la cama que le correspondía a dormir, pasaron 90 minutos más. Así que a las tres fue cuando nos fuimos a dormir. Durante este tiempo se lo pasó comiendo rosquillas integrales y bebiendo Coca-Cola Zero, con cafeína. Mezcló las pastillas para dormir con la cafeína, y de aquí mi preocupación: ¿no será perjudicial?"