Interesantísimo debate, sí. Toooooooooooodos aquí somos muy recelosos de nuestro trabajo... pero qué queremos... ¿ser leídos o no? Yo prefiero lo primero... y sí, cuesta mucho admitir y aceptar lo fácil que es copiar y copiar y copiar y copiar y copiar en microsegundos aquello en lo que llevas trabajando largos meses, uf... pero en fín... ¿por qué hemos querido escribir lo que hemos escrito, para qué, con qué fin?, habrá que replanteárnoslo.
Lo de escanear un libro en papel es un coñazo al que no todo el mundo está dispuesto a someterse, ¿cuántos lectores hacen eso? Sin embargo, coger ratón y botón derecho para COPIAR Y PEGAR es sencillísimo... No creo ni que gaste calorías.
A mi me preocupa más que la distribución libre, el tema de la manipulación del contenido. Que algo que lleve tu nombre ya no sea lo que tú has creado, o que se le cambie TU nombre a una obra tuya y alguien la presente con SU nombre a un concurso literario local y lo gane: ¡tú no te enteras de eso EN LA VIDA (si no te conoce nadie ni a ti ni a tu obra)!
Uf... difícil cuestión... pero en fin, preguntémonos el fin de nuestra redacción literaria.
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