Acabo de abrir uno de mis viejos cuadernos, casi olvidados en el fondo de un cajón. En una de las páginas cuadriculadas decía: "Sus pensamientos eran tan veloces que su semblante reflejaba la ansiedad de no poder atraparlos, como si fueran criaturas con vida propia que acabarían por imponer su voluntad. Era como una máquina averiada en mitad de un delicado proceso"...Seguro que esta situación os resulta conocida. El escritor frente a la selva de ideas que debe ordenar, descartando y eligiendo, dándoles formas originales y a la vez reconocibles, domando su autocomplacencia y reemplazándola por una elegante y universal visión que obre el milagro de ser comprendido por el mayor número de personas posible. Es el dulce martirio de la creación. Quien lo ha experimentado, desea caer una vez y otra en él.
Estimada Palidofuego. No es un placer, escribir produce alivio, que no es exactamente lo mismo. Se escribe por pura necesidad patológica y cuando no lo hacemos nos desequilibramos emocionalmente. En realidad no importa que guste o no guste a mucha o a poca gente, lo único que importa es que sea auténtico. Que sobre el papel desparramemos un trozo ensangrentado de nuestro espítitu. Que nos la juguemos. Que vayamos a por todas. Que respiremos hondo con serenidad, al leer lo que acabamos de escribir, como se respira dspués de un parto o de un orgasmo. De ésa sensación de alivio hablo. |
cita de carlos_maza
Hola, Maribel. Me alegro de tus éxitos y tu vocación tan clara. Veo que tu problema es seleccionar entre tantas ideas que te llegan. ¿No se te ha dado el caso de quedarte en blanco durante días? Es más común esta sensación, creo yo, que el exceso de ideas. Claro que me he quedado en blanco durante tiempo, no somos máquinas ni agencias publicitarias. Me refería a que es en medio del caos donde el escritor encuentra el caldo de cultivo para florecer.
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cita de joseabadtroya
Yo prefiero no seleccionar las ideas que evoca mi mente, sino simplemente dejar que fluyan hacia el papel a través de mi pluma. Lo que quiero decir, es que no tienes porque seleccionar. Puedes decidir no renunciar a ninguna de ellas. Estoy de acuerdo contigo sólo en parte. Aunque nos pese, y cómo me pesa a mí en particular, nos debemos a una estructura, a unas claves para ser entendidos por otros. Está bien practicar la escritura automática, pero no creo que tengamos mucho éxito. Ahora bien, quién sabe si un día no ocurre un milagro y, como Joyce inventó el monólogo interior, no surge algo innovador de ahí.
Seguiré lucubrando sobre el tema. Un saludo. |
cita de salazar
Estimada Palidofuego. No es un placer, escribir produce alivio, que no es exactamente lo mismo. Se escribe por pura necesidad patológica y cuando no lo hacemos nos desequilibramos emocionalmente. En realidad no importa que guste o no guste a mucha o a poca gente, lo único que importa es que sea auténtico. Que sobre el papel desparramemos un trozo ensangrentado de nuestro espítitu. Que nos la juguemos. Que vayamos a por todas. Que respiremos hondo con serenidad, al leer lo que acabamos de escribir, como se respira dspués de un parto o de un orgasmo. De ésa sensación de alivio hablo. Me apunto la distinción que haces entre placer y alivio cuando se trata de escribir. Pero si al alivio le antecede la angustia, entonces al placer qué le antecede. Me pregunto.
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Al placer le antecede la ansiedad, pero no es como la sed y el hambre, cada persona tiene una medida de satisfacción diferente. Josebatroya, en un honesto comentario, me decía hace unas horas que mi último flash de sadomasoquismo le parecía excesivo. Y es cierto. Pero si alguien se masturba con él, también será cierto. Entonces, la pregunta, estimada Palidofuego, es ¿cuál es tu placer? y si conoces la respuesta, que no creas que es fácil de responder para todo el mundo, andarás cera de la clase de ansiedad que le antecede. Obviamente, hablo sólo del placer sexual. No creo que exista otro.
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cita de salazar
La primera parte de tu mensaje la entendí perfectamente. No así la última. Estamos aquí hablando de lo divino y lo humano, y me dices que no crees que exista otro placer fuera del sexual. Estoy de acuerdo en que es uno de los más salvajes e incontrolables, pero si me dices que comer no es placentero, o que ir de compras, o ver una película, o escuchar una pieza al piano no es placentero, entonces te estás cargando el concepto de tiempo libre, como mínimo. Y el tiempo libre participa, hoy más que nunca, de nuestra dimensión espiritual.
Al placer le antecede la ansiedad, pero no es como la sed y el hambre, cada persona tiene una medida de satisfacción diferente. Josebatroya, en un honesto comentario, me decía hace unas horas que mi último flash de sadomasoquismo le parecía excesivo. Y es cierto. Pero si alguien se masturba con él, también será cierto. Entonces, la pregunta, estimada Palidofuego, es ¿cuál es tu placer? y si conoces la respuesta, que no creas que es fácil de responder para todo el mundo, andarás cera de la clase de ansiedad que le antecede. Obviamente, hablo sólo del placer sexual. No creo que exista otro.
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Lo digo con humildad, pero estoy absolutamente convencido de que todos los placeres están emocional y subjetivamente direccionados hacia la sexualidad. Pero tienes razón. Casi siempre se disfruta simplemente de algún tramo y con éso es posible construir un sólido arco de ocio. Incluso aunque la espiritualidad sólo sea hidráulica quínica y sinapsis eléctricas también coincido contigo en que es lo más hermoso que tenemos los seres humanos. Sólo pretendía dar una respuesta honesta. |