La simplicidad del primer millón

No quisiera que pasaran estos días sin desearos a todos que paséis unas entrañables y maravillosas fiestas de Navidad con los vuestros y que el año que entra permita abrir más las puertas de este concurso, dejando entrar sabia nueva. Eso sí, no seáis tan severos y darles cancha a los nuevos, que con el trato que le habéis dado a este último, en el concurso no entra ni un ciego escribiendo en braille.
Un fuerte abrazo a todos
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