Estos son comentarios y notas que fui tomando durante la escritura de vuestros relatos y que de alguna manera reflejan el impacto y la emoción que me produjeron y las cosas que yo vi. Reconozco que alguno de ellos ganaba con el formato que el autor le había otorgado y que desaparece con el acto de copiar y pegar. Alguno lo he releído en voz alta en casa, para satisfacción de quienes conviven por aquí, que se están habituando a la literatura gratuita. Un riesgo, como las manzanas verdes. Saludos.
Como un troglobio
Le sobran un acento y
una letra ene al relato. "Séis", por "seis", "habían
árboles", por "había árboles". Soberbio, me he encontrado en la
cueva. He sentido la humedad y por momentos, la piel se me ha endurecido, como
la de un troglobio. No pienso visitar la jodida cueva. Prefiero 10 minutos de
zen que tus 45 chupando calcio. Felicidades.
Perséfone
"Amparo movía la
vela"; misma expresión, añadiendo "con descuido", dos puntos y aparte más
abajo. Antes de ello, un más, que ha perdido el acento.
Las velas
"centellean" o "titilan", no "palpitan", como los
órganos. ¿Pensando en colines…? Se ha colado un Luís, por el procesador de
textos.
No hay más tonterías
sobre las que criticar este relato. Qué bueno es y qué mal me lo ha hecho
pasar, ahora que ando, personalmente, de luto.
La intensidad de la
narración no se apaga, todo lo contrario, especialmente tras el inicio de la
presión sobre el vaso sanguíneo y la llegada al tunel de la luz blanca, la
desaparición última. El autor parece haber muerto en más oportunidades y
compartirlo con nosotros. Me encanta la resolución previa al epílogo, la
espiral ascendente mientras la muerte desciende. No huele a formol ni alcohol,
sino a retama y lavanda, cerca del castillo.
Falta un acento
sobre un "quién". "Lo
tapó y tiró los pañuelos"; mejor "tiró los pañuelos y lo tapó".
El título me gusta, porque Amparo se endiosa en la mujer de Hades, curiosamente
el título del siguiente relato en el concurso.
Hades
Un relato potente,
que pasa de la infancia de descubrimientos hasta la vejez de desencuentros
entre cuevas y submundos, que se me hace un poco obtuso en la lectura, porque
no sé quién es el tú al que se dirige el narrador; tampoco si está conversando
en el velatorio de mamá o en otro lugar. La obsesión por los pechos, que surge
en la infancia está muy bien resuelta durante las etapas de la vida. Algunas
faltas de acentos y ausencias de letras en palabras, como en "nuca",
por "nunca". Nada serio. Un poco de claridad en algunas partes le
harían reverdecer. ¿Se lo puedes dar a alguien a leer? Te hará sugerencias para
dejarlo niquelado.
TRES GOLPES, PAUSA
CORTA, TRES GOLPES, PAUSA LARGA
Una historia
desasosegante, que huele a claustrofobia. Hay silencio y pocos estímulos son
capaces de sacarme de la cocina. Siento los muebles de formica, el frío de la
locura y la obsesión. El suelo abierto, el sonido que emerge del cerebro del
orate. ¿Vendrá a por nosotros? Muy logrado el clima de terror. Lovecraft ha
vuelto.
EL PAGO
Un relato brioso, del
que me falta algo, al principio, tal vez al final. No sé a dónde van ni porqué
son dos monedas. Lo sé, pero demanda algo más la historia. es lo qeu siento. La
acción es trepidante y me gusta el modo de contarlo. Me parece interesante que
la fuerza sea de alabarderos, ("albardero" se ha escrito en alguna
ocasión) pero no me gusta llamar así a las fuerzas del infierno. El nombre
asignado a los buenos y a los malos es conveniente que se mantenga en linea
con la tradición. Muy acertadas las metáforas y analogías, "materia
roñosa"; "carne y vinagre"; "bolsa vuelta". Me ha
gustado, tiene la fuerza de la aventura. Lástima de quedarme a las puertas del
Averno. Lo que hubiera dado por entrar.
LA VISITA DEL
INSPECTOR
"Dejar, dejado,
inspección, inspección"; a mi las repeticiones, que también se me imponen
durante la escritura, me hacen pensar en descuido. A lo largo del relato hay
bastantes reiteraciones, "aguerrida hormiga guerrera" es la más
legible. Se deben, probablemente, a la
falta de una lectura de colegio, con lápiz rojo. Dicho esto, las hormigas me tienen fascinado
desde pequeño. Me alegra que alguien ejerza de formicólogo. La historia es
ingeniosa y está documentada previamente sobre la construcción y costumbres del
hormiguero. ¡Cómo la disfrutaría Bob Marley, todo de color azul humo!
Desafortunadamente, somos previsibles en la interpretación del lema del concurso
y hemos optado por el horror en estado puro, penalizando los relatos en la frontera subterránea.
BAJO TIERRA
"Se aprendía
mucho del difunto observando a la gente" tendría más fuerza que la
expresión "aprender de la gente observando" y, para mi, reflejaría la
sabiduría popular. "Era su lugar de escape, donde se evadía de todo. Allí,
bajo tierra, John se escondía del mundo, y era más él que nunca." Hay que
darle una vuelta para no malgastar palabras diciendo lo mismo. "Le
acompañaba"; tratándose de género femenino, "La acompañaba"
suena correcto. Javier Marías es un defensor acérrimo, en estas cuestiones,
evitando el "le" en los transitivos (¿se denominan verbos transitivos
hoy?). Curiosamente, escribes "la notaba ausente", unas líneas más
abajo.
"Su hija
fornicando... el encuentro de dos almas." Me ha parecido excelente la
escritura de estas dos formas de entender un mismo acontecimiento. Muy hermoso.
El giro, con la
muerte del enterrador y la conversión de su cadáver en el de un marinero
naúfrago y desaparecido, cierra muy bien el cuento. Pero da la sensación, es,
una historia de amor desafortunado y ser enterrador no le mejora el disfraz.
El verdadero milagro
Muy bien escrito. De
lo mejor, para mi gusto. No le encuentro el vínculo con el tema del concurso.
Eso es un inconveniente a la hora de votar, máxime cuando se me ha llenado la
boca de arena con el resto de relatos.
Cuando caen las
bombas.
Bien escrito,
consigue situarme en el refugio, aunque tal vez por tratarse de una historia
contada con brillantez en el cine bélico, me emociona poco. Tiene buenos
encuentros, me lleva de la desazón ante la pérdida de los demás a la alegría
del reencuentro, a la lucha por la supervivencia y al abandono frente a lo
inevitable. Falta un acento en un "cuánto".
La sonrisa de Lin
Una historia de
castigo al deseo. Bien contada. Algún giro le hubiera dado fuste. Demasiado
baile. Ha buscado situarnos en el clima tropical y lo ha conseguido.
Expresiones que pueden mejorarse y ese "a penas" que puede ser
correcto, como los monosílabos en los que ahora se acepta que no se acentúen si
su significado está claro, pero yo prefiero usar sólo "apenas".
Manías mías; pero si dices "imprimido" en mi presencia te miraré
raro. Prefiero "impreso". Cosas de viejo.
Hay una expresión de
antropología diferencial que no se entiende. Tengo la duda sobre si son los
vietnamitas o los occidentales los falsos. La historia dice que los falsos son
ellos, tú historia. Pero en ese párrafo al que me he referido, quedamos
empatados occidentales y asiáticos. Un relato muy bueno. Me ha recordado a Houellebeq, sin poder explicarte porqué. [Añado] Felicidades por el triunfo.
AXHARTA Y EL REINO DE
SHAMBALA
Bonita la historia,
cuidados los nombres.
"¿Cómo si
tuvieran a donde ir?" Esto se escribe…, "como si tuvieran a dónde
ir." Deshecho, no desecho, de desechar, desestimar, sino de deshacer.
"retazos de imágenes tomaron frente a él". Falta algo en la
expresión.
Sin embargo parece el
primer capítulo de una narración más larga, impresión que se agrava con las
preguntas que propone su autor al final.
La historia se
resiente y la originalidad e interés deja paso a cierta suspicacia del lector.
Cuentame el relato completo, no lo abandones.
El pozo
Un relato con el
lenguaje de una persona convencional, sin artificios, limpio. La historia da
poco juego, al narrar una futilidad. Cantarín por momentos. Hay cierta
imprecisión al contar la ascensión a la superficie. Me recuerda el lenguaje de
algunas historias de Clara o de una revista femenina. Con apenas errores de
escritura, como las minúsculas dentro de las interrogaciones y falta una
"l". Deja recuerdo, así que es un relato interesante, dentro de la
futilidad. Pero si lo cuenta en primera persona, bastante esfuerzo realiza la
disléxica en distinguir izquierda de derecha. Un relato Maitena. Yo lo
valoraría en el caso de Accidentes Domésticos. En Subterráneos es mayonesa
ligera.
FILOSOFÍA DE LA CAZA
A CUCHILLO DE HUMANOS
¿El formato es
voluntario o defecto? Un relato tan negro merece otro formato. Escribiría
"en la estación de autobuses"", no "en la parada",
porque la ciudad es pequeña y quitaría la o, dejando una coma, para presionar
más al lector. "Lo que dista de la muerte... -recuerda que va a
matarte". Hay que rehacerlo. Por ejemplo, "la vida, lo que transcurre
entre la nada anterior a ella y la muerte". "Recuerda que a va
matarte". Donde has situado la frase me suena a instrucción, como "apague
el botón".
Me gustaria el relato
más espeso, sin paréntesis ni guiones, sin explicaciones. El monólogo interior,
normalmente, no los utiliza. Y las frases más largas. Con punto y seguido.
Agóbiame. El prota es un psicópata. Encuentro cierta confusión entre la
veleidad de la gran ciudad y la dureza de algunos de los que andan sueltos.
Sobretodo, cuando me dices que si me levantan la mano es para matarme.
En el párrafo,
"En serio, yo siempre fui.... una joroba" Yo intentaría comenzar con
"Siempre fui un ..." y a la reflexión sobre el deseo de ser
diferente, lo incluiría tras "aunque en el fondo de mi corazón anhelaba
ser..." De todos modos es un comentario a vuelapluma y está por rehacer.
Sí te sujiero eliminar los paréntesis. Muy buen relato.
El accidente
La luz del casco de
minero se llama carburo. Lo llaman también luz frontal y son de leds. Cambios
en los tiempos.
Faltan algunos
acentos y dudo que "de ir al cine" sea lo correcto, pero quizás se
trata de un localismo. "Entienda" en una frase y "tienda"
en la siguiente denotan falta de relectura. Como ya has dicho que tienes una
pierna aprisionada, reiterar toda la expresión resta fuerza; te duele la
pierna. Ya sabemos cuál de las dos es. "Tu relación con el Pana",
porque lo has convertido en un sobrenombre. ¡venir aquí, oh! No lo he visto así
hasta ahora. Si se trata de una expresión de dolor, prefiero ¡Auh!, ¡Ay!
"Consiguen
liberarme la pierna que tengo" o "Consiguieron... que tenía",
para mantener la concordancia temporal. Parca, lo escribo con mayúscula. Me
gusta que hayas cuidado el lenguaje de la mina, que nos lleves entre los
túneles. Una segunda lectura te hará darle más expresividad. ¿Qué tal añadir un
narrador? ¿Que nos diga cómo ha evolucionado la minería, cuántos accidentes
anuales, cuántos quedan de los de casco, carburo y negritud, en España, en el
mundo, intercalado con el relato? Ánimo.
DON VENANCIO GARRALDA
Un tremendo
desaguisado el del profesor. Mira que ser travestón posfranquista. Como Mi
Querida Señorita, protagonizada por J.L. López Vázquez, pero en una versión
menos amable. El autor castiga al pendejo; quizás por el método que utiliza en
la enseñanza, un hueso que, sin embargo, se derrite en el club, dando rienda
suelta a sus pasiones. Me ha gustado; bien escrito, con fuerza en los momentos
clave. Aunque el desprecio a lo diferente me recuerda que a veces sobra el
narcisismo. Si al menos fuera un auténtico canalla. Se le castiga por la
diferencia y eso, hoy, está mál visto. Cuidada expresión. Currado. Se te da
bien contar historias.
Hacemos fácil la lectura
La comunicación especializada en escritores
Felicidades tambien al resto por una edición muy buena y espero que la reincorporación de la vieja guardia se alargue.