Foro para escritores de Bubok

Felicidades de nuevo, señor. En mi caso, voté como el mejor Kimolos -empatado prácticamente con el relato de Lasacra, en mis puntuaciones- porque la historia está muy bien llevada, el lenguaje cuidado y el final sorprendente. El relato de Lasacra es también complejo, con un nivel de detalle extraordinario y la extrema sensibilidad de que hace gala esta señora panadera (tiene que elaborar o vender un candeal de impresión.)

El de bizarro es tan bueno e innovador como la mayoría de las cosas que escribe, pero le puntué menos en ritmo que a los otros dos.

El tuyo es un relato clásico, a los que no soy aficionado, reconociendo que es una joya y que la belleza del lenguaje utilizado es muy superior a la del resto de los que he leído en esta edición.

Gracias a oniria por haberme salvado el culo, y mis disculpas a todos los concursantes por este escaqueo sin perdón posible. Espero que nos veamos pronto, estaré dos o tres semanas sin aparecer por aquí.

Intentaré votar los poemas. Si gano, el 2º clasificado que asuma los pertrechos de MdC. Me has oído jpiqueras? El 2º que haga de MdC si gano el concurso de poesía (qué iluso).

Gracias a oniria por haberme salvado el culo, y mis disculpas a todos los concursantes por este escaqueo sin perdón posible. Espero que nos veamos pronto, estaré dos o tres semanas sin aparecer por aquí.

Intentaré votar los poemas. Si gano, el 2º clasificado que asuma los pertrechos de MdC. Me has oído jpiqueras? El 2º que haga de MdC si gano el concurso de poesía (qué iluso).

.HIPER-REPETIDO

 Brrhh Post repetido.

Con el firefox, bubok va de culo. Con el Explorer de Microsoft es on lo único que rula decente. ¿Estarán comprados?

Comentarios a los relatos.

Aprovecho para solicitar un poco más de creatividad en los temas propuestos. Esto de la Senectud, cuando la mayoría de los escritores que concurren no andan cerca de ella, es un poco despropósito. Para mí el autor es víctima de su tiempo, así que mejor darle algo con lo que pueda pelear, porque el futuro sólo se crea a partir de lo que hay en en la testa. Ya sé que hay que imaginar, pero yo solicito temas vivos, si es posible. Escribir sobre la vejez ha dado como resultado un puñado de historias alrededor de lo que hacen quienes ya prácticamente no hacen y ha bajado el nivel general de los relatos; no sorpresa, no alegría, no nada. Es mi impresión general, incluyendo el relato que presenté.

Un interesante relato, narrado con la convicción necesaria. Contiene los elementos que se esperan de una aventura. La aparición del poli de la interpol le da un giro atractivo, aunque el final, bueno, había que acabarlo. Y los malos deben pagar. Documentado. Eso le aporta un plus de valor al relato. La resolución es buena, algo descafeinada, pero sin lugar a dudas lo es. Un Casablanca: ya no le veré más. Con pegada. El relato tiene muchos cambios y detalles, documentación sobre las islas y una historia que apetece leer. Muy bueno el golpe del iluso que entra en la taberna y echa a perder la protección desinteresada que ella quería proporcionarle. Un pequeño fallo lo encuentro en el hecho de que el policía le susurre que ha dado parte a las autoridades, cuando lleva una foto y pregunta por el sujeto, como si fuera una búsqueda aleatoria; pero es que los polis son muy astustos.

Esta es una de las frases del relato que me parece mejorable, aunque entiendo que es literaria, como la magdalena de Proust; yo prefiero leer la referencia a la comida con otra perspectiva. Esta otra es, por el contrario, una excelente manera de describir a alguien, porque físicamente me permite hacer la composición que me interese como lector, pero dirigiendo mi simpatía al personaje.

Me gusta el lenguaje que se utiliza durante toda la narración. Sospecho que este escritor tiene mejores cosas, pero en cada relato demuestra que es capaz de contar cosas que no tienen que ver, necesariamente, con él. Cuando me entero que es un relato de Zara_X, me digo ¡Wow!, se avecina un salto cualitativo de consecuencias imprevistas. Felicidades, señora.

Bueno, qué decir. Está narrado en tiempo presente, con una tremenda sensibilidad y tiene la pegada de los relatos donde se pone en tela de juicio la estructura de valores, esos que nos cuentan. Huele a judías verdes, deja un vacío tremendo y es tan realista como algunas de las cosas de los del noventa y ocho y anteriores. El abuelo es un héroe, anónimo, que acepta el designio, carpe diem con la filosofía que nos acompaña como seres humanos cuando hay poso ético debajo de la carcasa.

Es triste del carajo, vamos. Me ha gustado muchísimo, pero me ha dejado sin esperanzas y con Antonio Machín en el oído. ¡Joder, que es verano! Un relato excelente. Quiero destacar el uso que se hace en él del punto y seguido, dándo fuerza a actos banales. No los acelera, sino que los destaca. Con comas, los hubiera acelerado, pero emplea los puntos y obtiene lo que desea transmitir. Los diálogos están cuidados. Un relato antiguo. Con ese abuelo cariñoso y dominante al tiempo, que camina entre los vehículos, armado de un cayado. Un hombre que a la naturaleza la trata de tú. Felicidades. Es bueno de verdad.

, es una expresión que se me quedó en la cabeza, como una de las características de tu escritura. Que quede todo muy clarito. Yo hubiera empleado , para putear al lector, para cobrarme el diezmo.

Es una aventura en la que espero que surja un Conan azteca o venezolano de un momento a otro. Bien contado. Suave como el guión de un tebeo y con el lenguaje bien elegido. Adolece de intriga, con ese ritmo reptiliano. Sorprendente visión de la ancianidad. Hablando de visión, ¿ven las anacondas? ¿Tanto? La fantasía le hace un gran favor al Certamen, porque aparece pocas veces.

Tras leerlo escribí: "Sorprendente protagonismo. Una historia de serpientes y sabiduría. El inicio de una historia de fantasía o de la nueva saga de Gozilla en América. Bien narrada, con un estilo que aproxima a la selva. Las reiteraciones, las descripciones de lo que se ve mientras se repta, el despertar tras el letargo, la rival que actúa como ella en otros tiempos. Parece que el autor se ha puesto un echarpe de piel de serpiente sobre los hombros para escribirlo. Sorprendente y muy bien narrado.

El inicio es para ganar. Entra en el banquete, se hace con unas viandas y encuentra un colega, peludo, arisco, para compartir. La vejez es un poco eso. Genial. Narrado con fuerza, el encuentro primero y el descubrimiento del inicio de la aventura que se avecina. Parece una traducción de un relato épico, tiene un lenguaje cuidado y preciosista, es pura orfebrería. La descripción del perro, con el detalle de la fisiología de la ancianidad, el collar y las deducciones del héroe. ¿Recuperará el perro el vigor de sus jóvenes años? Muestra habilidad para manejar el lenguaje y dejarnos atrapados en una época. Muy pelagiano. Pero quién sabe. Aquí hay otros que dominan los recursos para alejarnos en el tiempo. Meter la Mitología es siempre un buen recurso. En este caso, no sólo entra el mito, sino que además se mantiene una línea descriptiva que esperaría encontrar en un pergamino, en un texto del XIX, una de esas traducciones del alemán.

Y ascender. Este escritor se pasa el día ascendiendo. Los psicoanalistas le dan una interpretación sexual al ascenso.

Se queda algo escueto, pero no da para contar la que se avecina. Un ejercicio de anticipación o una invitación para adentrarnos en la épica griega. Para mi gusto, le falta algo de ritmo, en el sentido de contar un poquito más sobre el héroe caído. Pero el autor se encuentra muy a gusto desenmarañando el lenguaje. Quizá podía haber sustituido el encuentro con la doncella-criada, por un poco más de juego guerrero. Considerando que los protas habían comido, pues eran doscientas palabras muy aprovechables. Este relato es toda una clase de escritura.

Me gusta el lenguaje de los dos tercios, muy bien narrado, con una puesta en escena donde se nos anima a entrar en la piel del humano derrotado por la determinación y las necesidades de los jóvenes, los que le van a sustituir. El desencuentro con la juventud también está muy logrado. Luego me sorprende que el yayo se anime a contar sus polvos, despertando el interés de los críos. No conozco uno que hable de sus aventuras con los nietos. Le ha faltado redondearlo, darle al abuelo la oportunidad de influir en los nietos o a estos la de engancharse al abuelo. No se me ocurre cómo. Al autor tampoco. El lenguaje escatológico del final entra forzado.

Parece una confesión. Es bonito. Una introducción precisa, apenas la crónica de los sucesos, salpicada de las opiniones de la narradora. Simple, deja un poso áspero. Se avecina tormenta, apenas iniciada la lectura. (Este es un comentario que intercalo durante la lectura del relato, hasta "su despacho por la tarde")

Sencillo, lacrimógeno y sin contenido especial. Se desinfla un poco, recuperando el tono al final, en esas cinco líneas en las que ella encuentra lo que no tenía, pese a la dominancia de Juan, como figura paterna, que se intenta modelar.

Términos interesantes, algún patinazo a corregir –sempiterna impertinencia, es un despropósito- y la necesidad de revisar las esdrújulas y monosílabos, que parecen acentuados o no, según una extraña regla. También añadir que no es posible considerar que han pasado meses o años, en la misma expresión. Una embarazada no tiene esos lapsus.

El relato, sin embargo, contiene una delicadísima puesta en escena, que se hace memorable en el tramo de 282 palabras (hay que eliminar alguna, pero es buenísimo) que va desde "Sin tener una" hasta "de hito en hito". Ahí está todo, condensando, lo que se resolvió al visitarle, embarazada y ser capaz de verle con una mayor carga de oxitocina, a la que se le atribuye un papel preponderante durante la maternidad y el enamoramiento. Bueno, eso, que esta parte está hilada con seda, mientras que otras me parecen correctas pero trilladas.

Lo interpreto como un guiño al certamen anterior -por cierto, bastante mejor que éste, dónde va a parar-. Si reduces el número de palabras, aún más y lo estructuras para que se entienda, a microrrelatos. Está muy bien narrado y me gusta, sobre todo el tono irritado que deja traslucir en la indignación paterna por lo que cuenta quien jamás estuvo en la guerra. Pero no alcanza para los dichosos puntos.

En latín, el verbo va al final, como en alemán (lo aprendieron de los romanos) Yo escribiría Senectus ipsa Morbus est. Aunque puede que el verbo ser, en la 3ª de singular, pierda la "s"; no lo creo. Hay una expresión latina con la que intentaban fastidiarnos en Bachiller, "Mater tuam mala burra est"; o algo similar. Si te la cascaban en viernes, el lunes traía algún compañero la traducción literal. Pero significa otra cosa, porque ese "est" en este contexto, viene de edo, comer.

Me chirrían las advertencias: "ÉEsta, de por sí, no es una historia demasiado interesante"; luego, "Hasta aquí mi historia puede resultar anodina… tal vez agregando..." No me gustan los circunloquios dentro de la narración. Ya lo he visto dentro del concurso en más de una ocasión y es una falta de respeto al lector, porque demuestra que eres consciente de que me estás contando un bodrio y te justificas. Mejor mantener el tono y dar el giro cuando te animes a ello.

Es un relato contenido, como el capítulo del diario de la prota. La higuera, tiene gran importancia. Quizás diera juego describirla. Al terminar de leerlo anoté lo siguiente:

Una historia con poca fuerza, en la que echo de menos un dibujo más pormenorizado de los personajes. Quizás uan escena con las hermanas, o alguna de las conductas de Carmen, en fin, algo más. Algunas faltas de tipo disléxico: espítiru por espíritu y algunos acentos ( politox…lo lleva.)

Si la higuera tiene ese protagonismo que le atribuyes en el escenario, quizás enredarte un poco en su descripción aumentaría la poesía que se echa un poco en falta. Dos consideraciones: pomposo, para el diploma, no es un adjetivo que le adjudico; tal vez florido, recargado o historiado. También buscaría un sinónimo para hincar las raíces; ¿qué tal hundir? Con dos suicidios y una rehabilitación, me parece que el relato necesita un recorrido intimista, donde destaque el sol de la residencia, cómo crece la amistad o algo que se le parezca, entre ellas, que la señora Terencia le regale una joyita sin importancia, por ejemplo, que rompa a hablar un día, que ella decida cambiar radicalmente su destino, conociendo a alguien a orillas del Guadalquivir, en lugar de visitar el pasado en las 3000 viviendas. En cualqueir caso, es una preciosa historia, muy bien llevada, lineal, a la que le vendría de PM algo más.

Es tan suave… Lo más interesante es el animismo que se le transmite al diario. El resto, bueno, estarás conmigo que se trata de un flojo relato, quizás como parte de uno más largo tenga interés, pero así, aislado, es muy flojito. La idea de transmitir de forma tenue los pensamientos de alguien convencional tiene su esfuerzo, lo reconozco; aunque dentro de cada persona hay un héroe, de cartón piedra, eso sí.

El prota me recuerda a la imagen que tenía del cartero, por uno de mis tíos. Un fulano al que no le pasaba absolutamente nada. Pero este es periodista; me parece que en el momento de abandonar el trabajo la cabeza se llena de cosas, salvo que nuestro héroe, tenga la sangre de horchata. Bueno, ya nos dirás lo que querías contarnos y no has llegado a plasmar. Sí quiero destacar que se te da de PM relatar lo cotidiano. Con una pizca de magia tienes ganado al público.

El relato se inicia con una falta de ortografía también, por tan bien. Lo que significa que ha habido cierta premura al escribirlo. Y termina reiterando el detalle de la caca. O sea, que no termina. ¿Entonces? Tiene 680 palabras, menos del 50 por ciento de las que podías emplear.

Estarás conmigo que demanda una lectura pausada y generar algo más; todos los relatos que he leído están más trabajados.

Editado: un par de faltas. La dislexia.

Sigo pensando que será poco el interés que mis comentarios pueden generar en esta foro, pero me gusta justificar mis votos.

Voté a La mirada y a Nostargos como los mejores. Es una obviedad si digo que son dos magníficos relatos, muy bien escritos y tal, pero, ¿por qué no le di el 5 a Nostargos?, (y con ello contesto por mi parte a la pregunta de R2D2), porque entre un héroe mitológico y un personaje cercano y entrañable como el de Emartians siempre me decantaré por el segundo, aún reconozciendo los meritos del otro.

Otro que quiero comentar es Pereza.

Admito que es muy bueno, pero reconozco que esos temas no son mis favoritos. No me enganchó al comienzo, lo lei más bien deprisa y no lo entendí. Luego, en una segunda lectura más relajada, me gustó mucho más y comprendí que fui injusto al no puntuarlo.

Pero, cuando hay seis o siete relatos que te gustan y solo puedes puntuar cinco, ¿cómo evitas ser injusto?

En fin, como diría Millas.

Simpatía: Gracias por advertirme de lo errores en mi relato, el primero garrafal, el segundo no lo encontré. ¿Cuál es?

Buenas tardes a todos.

Felicidades a R2 el "cuatrero". También a Bizarro y a todos los demás. Ha sido muy entretenido leer en esta edición, el tema me gustaba y he disfrutado.

Como siempre, gracias por los votos y muchas gracias por los comentarios.

Los míos, ya sabéis, por orden de aparición.

LA MIRADA. El extraño fenómeno de una segunda juventud tras la viudedad.

En los años ochenta escuché en una entrevista a alguien que la auténtica mujer liberada era la viuda: independiente económicamente y sin tener que dar explicaciones a nadie sobre sus actuaciones o decisiones. Los tiempos han cambiado, supongo que ahora también ha llegado esa liberación a los hombres, que al dejar de ser unos inútiles domésticos, alcanzan un nivel de independencia similar al de las viudas.

Entiendo que este relato trata de decirnos que, a veces, el hecho de tener compromisos y responsabilidades coarta el encuentro del ser humano consigo mismo y que la llegada de la vejez es una oportunidad para que ese encuentro se produzca. Es una visión optimista y llena de esperanza, en la que se toman los reveses de la vida como oportunidades para un nuevo comienzo.

Un relato entretenido y bien llevado, muy lograda la actitud de la hija, primero juzgando y después aceptando.

SENECTUS IPSA ET MORBUS.  Est.

No comprendo muy bien la relación del título con lo que se nos cuenta, pero seguro que es por falta de entendimiento por mi parte.

Me ha sorprendido la forma de entrar a contar las cosas, muy informal, muy cercana, mezclando datos sobre la anciana y la trabajadora, dejando ver trazos que nos dicen cómo son ambas sin entrar en una descripción detallada.

Una historia con moraleja, la vida merece la pena cuando se tiene un motivo para vivirla aunque éste sólo permanezca en el recuerdo. A Carmen no le sirvieron los recuerdos para continuar aferrándose a la vida. La trabajadora sabe que quizás el único buen recuerdo del que dispone va a tener que ser su agarradero para poder seguir viviendo sin volver a hundirse.

DOMINUS DEI.  Abuelos gamberretes.

Una curiosa visión, la vejez como un retorno a la infancia. En este texto se nos presenta a una serie de personajes que se encuentran en plena segunda preadolescencia. Esto viene reforzado por la alusión a otros grupos de ancianos que comparten residencia y que se encuentran en otros puntos de retorno.

Es un cuento simpático en el que se consigue arrancar una sonrisa. Resulta un poco confuso en los puntos en los que aparecen los recuerdos, hay que pararse para saber diferenciarlos, tal vez sea porque en la mente del narrador (uno de los protagonistas) también se produce esa confusión en algunos momentos.

Un buen relato.

KIMOLOS. Una bonita descripción de un paraje paradisíaco y del “hombre tranquilo” que a todos nos gustaría llegar a ser.

El relato consigue meternos en el paisaje y el ambiente relajado que se puede disfrutar en él. Sin embargo me da la sensación de que la historia se queda un poco falta de fuerza, no encuentro ningún elemento de tensión, parece que el entorno consigue suavizar cualquier conflicto que pueda a aparecer en el texto. Incluso la marcha del protagonista se produce de forma discreta y sin acarrear ninguna consecuencia.

Un relato agradable de leer pero que nos deja con una sensación extraña, como cuando a un guiso le falta un ingrediente y, sin estar malo, se echa de menos algo.

QUERIDO DIARIO.  La felicidad de lo simple.

Un bonito acercamiento a la cotidianeidad de cualquier persona normal que comienza “oficialmente” su vejez.

Una breve autobiografía en la que se señalan las cosas realmente importantes, los días en los que jugaba con la nieve, el abandono del lugar de origen, el encuentro con el amor sin caer en romanticismos noveleros, y el comienzo de la jubilación como principio de una nueva etapa de la vida.

Llama la atención que se dirige al diario como a un nuevo amigo con el que desea compartir todo el tiempo disponible, un cómplice que, sabe, comprenderá todos sus sentimientos tanto si los exterioriza como si no. El amigo imaginario que tienen muchos niños y al que muchos adultos echan de menos. El amigo que se pierde porque aparece otro que parece ofrecer más.

Un texto lleno de sencillez y ternura. Un buen trabajo.  

ARMANDO.  El anciano que se niega a ser tratado como un niño y que sin embargo se comporta como tal.

El grueso del texto se desarrolla en diálogos bien elaborados, muy naturales.

La historia no tiene desenlace, nos deja en un desconocimiento que desconcierta. Me falta la mitad del relato.

PEREZA.  Precioso.

Toda una alegoría de la serenidad que se alcanza en la vejez cuando se conserva la mente intacta.

Una forma diferente de acercarse al tema propuesto, llevada con elegancia y sensibilidad.

Una buena descripción del círculo de la vida, otros más jóvenes van ocupando nuestros lugares y eso no significa nada malo, simplemente que la vida sigue y la rueda continúa girando.

Un relato muy conseguido.

EN LAS TRINCHERAS.  Je, je. Ya nos ha quedado claro que Churchill no estuvo en las trincheras, por si alguien lo dudaba.

Un trabajo simpático, desprovisto de complejos y lleno de buen humor. Ahora falta que alguien nos aclare si Churchill sufrió demencia senil o no.  Así sabremos si el relato está bien documentado.

Bien, buen trabajo.

EL ABUELO HABLÓ. Hay un refrán que dice “habló el buey y dijo mu”. Parece que esa es la actitud de los nietos de Juan con respecto a sus palabras.

Un relato triste y lleno de realismo. El abuelo canguro que no percibe respeto ni aprecio por parte de sus nietos. Que observa la decadencia de las nuevas generaciones y que adivina que el futuro de éstas no es muy alentador.

Bien escrito, bueno el recurso de alternar las expertas palabras de Juan con la voz del narrador que nos describe la indiferencia de sus nietos y el descontento del propio Juan.

Buen trabajo.

NOSTARGOS. ¿El regreso camuflado de Odiseo o la imaginación de un mendigo anciano soñando con ser un héroe clásico que recobrará la juventud?

Me inclino, porque me gusta más, por la segunda opción. Es más, me hubiera encantado que al final supiéramos que el mendigo estaba a las puertas del salón de eventos “lo que sea” y que la historia se situara realmente en la época actual; claro, sería otro relato, pero como idea me ha gustado y me ha parecido bien decirlo.

El título está conseguido, una contracción para “cultos” o para los que nos buscamos la vida lo mejor que podemos, la nostalgia de Argos, el perro de Odiseo. Es precisamente el título y el hecho de que el perro aparezca y sea desconocido para el mendigo, el que me lleva a pensar más en un soñador que en el personaje de Homero, en un protagonista que siente añoranza, no por lo que ha vivido, sino por lo que le hubiera gustado vivir y que en silencio y en secreto espera que su sueño imposible se cumpla.

Un relato difícil, pero que deja buen sabor aunque un poco amargo. Buen trabajo.

Lo que tú comentas sobre Pereza es lo mismo que digo yo de que ese relato tiene un hándicap. Es "normal" que pase mejor entre la mayoría del público un relato "de personas" que un relato de mega-serpientes. Pero es un género, tiene su público, sus editoriales especializadas. Yo no voy a sacar una lanza ni a favor ni en contra de ese género. Sólo constato que compite en inferioridad de condiciones, y por eso el segundo puesto que ha obtenido tiene mucho mérito.

No es el único tipo de escritura que parte en inferioridad de condiciones en la línea de salida.

Sobre Nostargos, veo eso que tú dices. Ya comentaremos.

Entiendo tu cabreo, Bizarro, pero así son las cosas. Cuando conseguí entender tu relato ya había enviado mis votos.

En cualquier caso, si le hubiera dado dos puntos a tu relato, se los habria negado a otro también muy bueno.

A eso es a lo que yo me refería cuando dije que se vota más por INERCIA que por CONCIENCIA.

Pedro