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tobiasbrown
tobiasbrown
Mensajes: 1
Fecha de ingreso: 28 de Enero de 2009

Re: Crónicas de Atlantidavid

28 de Enero de 2009 a las 11:49

Eres el mejor, David. Espero que Carod Rovira y Obama reciban de forma presta sus respectivas copias.


Un abrazo muy fuerte, y sigue asi!
damanegra
damanegra
Mensajes: 31
Fecha de ingreso: 18 de Enero de 2009
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  • 28 de Enero de 2009 a las 12:08
Desde luego que sentido del humor no te falta. Muy bueno!, sigue con el vino y si llega la guardía nacional te harás con ellos. Suerte
davidmillan1
Mensajes: 33
Fecha de ingreso: 16 de Abril de 2008
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  • 29 de Enero de 2009 a las 2:55
¡Muchas gracias a los dos por vuestros comentarios! Ahora estoy enfrascado en la escritura de la segunda parte, leeros me anima a seguir dándole a la tecla. :-)
danielhr
Mensajes: 1.359
Fecha de ingreso: 19 de Mayo de 2008
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  • 15 de Junio de 2009 a las 22:27

"La Iglesia es católica, apostólica, romana y del Atlético de Madrid".

David Millán, Papá Noel de las Galaxias.

Tratar de resumir estas Crónicas de Atlantidavid es una tarea casi imposible. Esto no se debe a que el argumento esté mal planteado o tenga algunas lagunas. En absoluto. La trama está tan diabólica y deliciosamente urdida, que incluso aquellos que nunca se hayan acercado a la obra de David Millán no tendrán más remedio que quitarse el sombrero y entusiasmarse con la narración. Como diría aquel: "Esto es así aquí y en la China Popular". Y es que leyendo a nuestro amigo David, uno no puede evitar marcharse al bar de la esquina y pedir una ración de antibióticos al ajillo. En Crónicas de Atlantidavid no hay sitio para la coherencia, siendo ésta sustituida por un sensacional y fresco sentido del humor, casi sacado de una buena pelicula de los Hermanos Marx.

La historia es la siguiente: Estamos en lo albores del siglo XXI y la civilización occdidental (así como una buena parte del mundo mundial) se encuentra al borde del colapso. La humanidad entera agoniza. La "Gran sequía mental " ha provocado que la gente aparque los libros y se recree viendo por televisión la vigésima edición de Gran Hermano."Sólo un milagro puede salvarnos" dicen los científicos. Todo depende del intérprido David Alkyxx, antiguo lobo de mar, al que se le ha metido en la cabeza la idea de emular a Cristóbal Colón y descubrir un nuevo continente. Tras proceder al reclutamiento de su disparatada tripulación (formada por Carlos Pantojo, un tierno e inteligente chaval de doce años; y Anita Desmoines, su novia de veintiséis), el navío de Alkyxx se echa a la mar, llegando a sufrir las inclemencias meteorológicas de rigor y un encuentro con el todopoderoso rey Neptuno, monarca de los Siete Mares y parte de Los Monegros.

Contra todo pronóstico, nuestros héroes descubren la maravillosa tierra de Atlantidavid, un territorio inhóspito situado en la esquina del glopo terráqueo (ya sabéis, allí donde el diablo pega tres gritos y no se le escucha, tirando a la izquierda y luego girando a la derecha, muy cerca de la rosa de los vientos). Será a partir de este momento en el que comience la verdadera aventura, pues David y sus amigos tendrán que vérselas con los malvados masones gnósticos y sus hordas de motoristas heavys, los cuales se muestran contrarios a que semejante descubrimiento salga a la luz pública.

A continuación, y caso sin darnos tiempo a respirar, veremos desfilar ante nuestros ojos una sucesión de hechos surrealistas y divertidamente absurdos que harán las delicias del lector. Para combatir a sus enemigos, Alkyxx y compañía contarán con la ayuda de Nancy, la sirenita travesti (sí, tal como suena); el Conde Friki, el vampiro más divertido y alocado de la Transilvania profunda; y el noble duque medieval Salustiano Botella de Champaña, sacrificado mayordomo de la corte neptuniana (es una larga historia...) y amante de la citada sirena. Junto a estos personajes, nos encontrarenos a Pepper de la Serna y al eminente profesor La Bola, representantes la "Santísima y muy leal Iglesia vaticana", aliados de última hora y valientes compañeros de viaje.

La prosa terriblemente ágil de David terminará de ponernos en situación (no faltan las expresiones del bueno de Chiquito de La Calzada). Todo ello aderezado con situaciones imposibles y asombrosos viajes a través del espacio-tiempo que, desde luego, no podían faltar.

David, con un estilo muy cercano al de los escritores Adreu Martín y Jaume Ribera (Todos los detectives se llaman Flanagan, Flanagan de luxe...) nos plasma en este divertidísimo libro una descacharrante historia en la que el mundo entero parece estar patas arriba, y cuyo argumento se encuentra a mitad de camino entre una obra de Alex de La Iglesia (Plutón Verbenero) y una película de los inovidables Fernando Esteso y Andrés Pajares, combinándolo todo con la genial Los visitantes... no nacieron ayer.

Diversión (¡muchísima diversión!), irreverencia y un punto de locura son las cartas de presentación de un libro más que recomendable.