La Alhambra, monumento a la ausencia
Le dijeron:
- La Alhambra de Granada es el monumento a la ausencia más grande que han construido los humanos en esta tierra.
- ¿Monumento a la ausencia?
- Y no solo eso sino que la Alhambra de Granada se cimenta y alza en el corazón mismo de la ausencia.
- ¿Y cómo puedes explicármelo?
- ¿Quieres verlo con tus propios ojos?
- ¡Claro!
El carmen, la más bella casa con jardín, árboles y agua en el barrio del Albaicín, se encuentra en la mitad de la ladera. Por encima del Paseo de los Tristes y por debajo del Mirador de San Nicolás. Por completo frente a la Alhambra y desde donde se ve toda la ciudad de Granada y, al fondo, las cumbres de Sierra Nevada. Y dentro del carmen, entre sus fuentes y muchos árboles, hay tres viejos olivos, una higuera, varias chumberas y una pequeña ladera.
Sentado a la sombra de estos olivos, frente a la Alhambra y mientras la tarde caía, estaba. Como ausente en un lejano sueño y también como rezando al cielo. Al llegar y verlo preguntó:
- ¿Quién es y qué espera?
Por el lado de arriba y en la pequeña ladera diez o doce girasoles con su flores abiertas y mecidas levemente por el viento. Le respondieron:
- Nadie sabe quién es. Pero desde hace tiempo, mucho tiempo, aquí se pasa las horas sentado frente a la Alhambra. Riega todos los días sus girasoles y luego se sienta en la sombra de estos olivos y tampoco nadie sabe qué es lo que espera. Pero muchos dicen que sí: que de su recuerdo, cuando paseaba por los jardines de la Alhambra, se alimenta.