Labordeta nos ha dejado (D.E.P.)
Hoy quisiera olvidarme del mar,
Labordeta
|
Me repito porque ya lo expuse una vez en el foro y puede sonar a autopromoción, pero no lo es. Viene al hilo de lo que comentais: LA VISITA: Hace ya tiempo que aquí nadie cree en los milagros; en el exterior, digo. Cuando atravesé la puerta del recinto me pareció entrar en una dimensión diferente. La realidad se difumina y nada parece preocupar a los habitantes del lugar: zombis ambulantes de rostro inexpresivo. Todo transcurre demasiado despacio. El día fluye con lentitud y ellos lo disfrutan con la serenidad que les otorga el conocimiento de su propia enfermedad. Resulta admirable la manera en la que asumen sus incapacidades personales sin encontrárseles vestigio de preocupación o arrepentimiento. El Congreso de los Diputados es un edificio acogedor y el Hemiciclo más grande de lo que me esperaba. Algo así debió pensar Labordeta el primer día que pasó por allí. |
Una pérdida. Si todos los políticos fueran como fue ese tio...
en fin, piqueras, repasa tu poema, que lleva regalito de los que le gustan a los talibanes de la lengua como yo.