No veo que falle en nada importante, si acaso es demasiado breve para hacer un juicio concluyente de nada. Respecto de la tensión creada en la trama, sobre los personajes, es casi imposible hablar. Es un hombre con pasado el que habla, un pasado que considera malo pero al que se ve abocado sin arrepentimiento, con un futuro muy incierto por su propia inquietud y cierto "malditismo" en el que presume estar. Poco más.
No sé si va a contar cosas de su pasado nada más, o de su presente o de ambos (sería más acertado), con un tono entre nostálgico y reflexivo que a mí me gusta, porque comparto esa actitud en muchas de mis novelas, pero que a otros puede impacientar, los que necesitan acción permanente, no lo sé.
Prometedor en todo caso. Por cierto, no vendría mal que justificaras los márgenes, así el texto da cierta sensación de descuido. Un saludo