Tras una lectura de alguien ajeno a mí que entiende del tema, la vuelvo a sacar.
Explico de qué va: de amor. Como suena. Pero no de cuánto te quiero y sin ti vivir no puedo sino de la superación de una situación depresiva a partir de una relación amorosa de tipo lésbico. Por eso en otros circuitos la tengo circulando con el título de Ciclotimias. Ah, y no salen cochinadas.
Y como yo no sé autopromocionarme y lo de qué bueno soy me lo guardo para cuando juego al dominó, lo haré al revés y diré que la novela puede contener algún punto débil:
a) El de presentarse en primera persona femenina sin que yo tenga claro si la parte femenina de mi naturaleza masculina da para tanto.
b) El de exigir un montón de conocimientos culturales que un lector medio no suele tener.
En la novela Ilusiones Perdidas, de Balzac, el protagonista traba amistad con un grupo de escritores y periodistas, entre los que se incluye uno de gran talla literaria y humana. Por ciertas rencillas propias de literatos, la dirección del periódico donde trabaja el protagonista le manda que escriba un informe negativo de la novela que acaba de publicar su mejor amigo. Se lo dice y este se ofrece a escribir en su lugar la crítica negativa, alegando que siendo él el autor conoce mejor que nadie dónde están los fallos y debilidades del libro. Publica el artículo, hunde la carrera literaria de su amigo y se enemista de paso con todos los demás, liándose a puñetazos con uno de ellos. |