Foro para escritores de Bubok

   Durante ese año también te has ganado mi respeto; eres un escritor serio y constante. Quiero hacerte dos preguntas sobre tus obras; porque creo que detrás de la estremecedoramente solitaria decisión de escribir un libro siempre hay una razón oculta, casi siempre, algo alocada. Y quiero saber la tuya; la que te impulsó a escribir "El Mesías del Juicio Final". Quiero saber el nombre, los apellidos y el carácter de la oscura obsesión que guió tus manos a hilachar palabras e ideas frente a un ordenador. Siempre es oscura. Todas las obsesiones lo son. La segunda pregunta es si con "Alerta Biológica" crees más que posible, seguramente inevitable, una estúpida muerte colectiva del ser humano a manos de su mal digerida visión de la ciencia. 

  Muchísimas gracias Salazar. He de reconocer que, en parte, tienes razón con respecto a "El Mesías...". Mi familia siempre ha sido muy araigada a la religión católica. En cambio, yo siempre me he mantenido un poco al margen pues soy persona que se rige por la ciencia. Esa lucha interior entre fe y lógica siempre ha estado dentro de mí, y ése, fue uno de los motivos que me llevo a escribir "El Mesías..." aunque no el único, obviamente.

  En cuanto a Alerta Biológica... eso fue más por mi particular fijación con todo lo relacionado con la Segunda Guerra Mundial. Poseo una buena colección de material gráfico y he leido algunos buenos libros como: "Tercer Reich" y "Yo fui un medico del Infierno" (biografía de Josef Mengele) . Tengo un documental, en particular, que cada vez que veo hace que bulla mi imaginación. Éste trata sobre los avances científicos y tecnológicos que alcanzaron los investigadores nazis. Experimentaron con humanos, con animales, se hallaron planos de máquinas imposibles... Un buen día, me pregunté que hubiera pasado si esa tecnoloía y estudios hubieran seguido avanzando hasta día de hoy, me senté frente al ordenador y  escribí el título.

  Con respecto a tu reflexión, es obvio que el ser humano algún día pagará caro su atrevimiento y su indiferencia y desprecio hacia el resto de seres vivos que comparten el planeta. Estamos tan imbuidos, tan obsesionados, con la tecnología que prácticamente nos estamos volviendo esclavos de la misma.

  Aquí os dejo un fragmento de Alerta Biológica que creo que puede ser un buen ejemplo de la obra.

Todos los músculos de su cuerpo se tensaron y sus sentidos se agudizaron, haciendo que todo pareciera suceder a cámara lenta. Allí, al final de aquel último pasillo, antes de llegar a su ansiado destino, se estaba desarrollando una escena horrenda y sobrecogedora, fuera de toda explicación racional. Aquellas “cosas” que Eva se negaba a describir, se debatían por los restos, de lo que había sido una persona, tirando cada una, de uno de sus extremos y quedando el cuerpo suspendido en el aire, mientras que aquellos monstruos se proferían gruñidos. Por suerte para Eva, se encontraban tan abstraídos en su lucha, que no se habían percatado de su presencia.

Con un gran esfuerzo, comenzó a recuperar el control de su cuerpo. Su tez había palidecido de forma apreciable y numerosas gotas de sudor frío habían comenzado a descender desde su frente. Lentamente, intentando no hacer ruido, se despojó de sus zapatos de tacón y comenzó a caminar hacia atrás, despacio, sin perder de vista, en ningún momento, a las bestias que ya habían conseguido partir en dos los restos del cadáver y ahora, se afanaban en devorarlo con ferocidad. Eva iba palpando la pared con su temblorosa mano esperando encontrar la ansiada esquina para echar a correr, aunque no sabía muy bien a donde ir.

Paso a paso, fue salvando la distancia que la separaba de su escapatoria. – Un poco más, ya casi hemos llegado...Tranquila. – se animó a si misma, reprimiendo el creciente impulso de salir corriendo. Entonces, algo hizo que sus esfuerzos hubieran sido en vano. A pocos metros, entre ella y los monstruos, se abrió una de las puertas de los camarotes situados a la izquierda del pasillo. De su interior, salió una joven vestida con el uniforme de las camareras. Su grito fue desgarrador y enseguida atrajo la atención de las bestias.

– ¡Mierda, mierda, mierda! – Eva era consciente de que ya era tarde, la habían visto. Sin pararse a pensar en cual sería la suerte de la joven camarera, se dio media vuelta y comenzó a correr con todas sus fuerzas. En su huida, pudo escuchar el agudo rugido de aquellos horribles animales. Una descarga de terror le recorrió todo el cuerpo cuando sonó un fuerte golpe y con él, cesaron los gritos de la muchacha.

El aire casi no llegaba a sus pulmones y las piernas le fallaban con cada intento de aumentar la velocidad de sus pies. Podía escuchar el galopar de los monstruos tras de sí, cada vez más cerca, pero no volvió la vista atrás.

Sin saber por qué, giró a la izquierda en la primera esquina que encontró. Ya estaban cerca, podía sentirlo, oía como resoplaban. Al fondo de este pasillo vio una puerta. Tenía que alcanzarla como fuera. Era una puerta antipánico y éstas eran blindadas, era su única oportunidad. Cuando solo faltaban unos metros, no pudo aguantar la tentación y echó una ojeada por encima de su hombro, para descubrir con espanto la corta distancia que le separaba de una muerte horrible. Era imposible, la alcanzarían antes de que pudiera, tan solo, poner sus manos sobre el mecanismo de apertura.

Pero en ese instante, aquella puerta se abrió de golpe y dos guardias armados aparecieron, como si de un milagro se tratara.

– ¡ Al suelo! – gritó uno de los guardias.

Los niveles de adrenalina acumulados en el cuerpo de la joven, la hicieron reaccionar con reflejos felinos, haciendo que esta se lanzara sobre la superficie de parqué, que recubrían los suelos de los pasillos.

El tableteo de las ametralladoras resonó por encima de cualquier otro sonido. El suelo vibró y Eva pudo sentir como la pesada y fría zarpa de una de las criaturas, ya sin vida, caía sobre su pierna izquierda. De manera casi imperceptible, y con su periferia ocular, pudo divisar como la sombra de la segunda bestia pasaba a toda velocidad por su lado. Alzó la vista a la vez que se escucho el grito de uno de los guardias, que se debatía bajo el peso del monstruo, mientras su compañero golpeaba con saña, utilizando la culata de su arma.

Eva deseab, con todas sus fuerzas que aquellos hombres le ganaran la partida al monstruo, pero no pensaba quedarse a ver el desenlace. Rápidamente, se puso en pie y comenzó a correr por donde había venido. Enloquecida, giró la esquina, y saltó por encima de los restos de la camarera, que había alertado a las bestias segundos antes, sin reparar siquiera en su presencia. Al llegar a la sala de personal, abrió la puerta de un tirón, se coló en su interior y, sin perder un instante, cerró de un portazo.

Jadeante, miró a su alrededor. La sala estaba completamente desierta, nadie había llegado aún. Eva se dejó caer, apoyando la espalda contra la puerta, intentado recobrar el aliento. Tras unos segundos, rompió a llorar desconsolada.

Y otro, que creo que puede suscitar vuestr interés.

– ¿Intenta insinuar que pueden leer la mente? – preguntó Patrick.

– No lo insinúo, lo afirmo. Yo fui su primera víctima. El proceso no es tan simple como puede parecer. Aún habiendo descifrado el lenguaje neuronal, la información que llegaba al ordenador era ilegible. Tardaron años en descubrir el motivo. Nuestra memoria, es un compendio de imágenes, sonidos, olores... La información llega a nuestro cerebro por múltiples vías y éste, se encarga de darles sentido. Para poder descifrar toda esa información, debían de poder separar esas distintas vías, los recuerdos ópticos, de los auditivos y etcétera. Pero ninguno de sus ordenadores era capaz de eso. Así que conectaron a seres humanos directamente a la máquina. Los privaron de sus sentidos y les otorgaron una mayor capacidad cerebral, para utilizarlos como filtros decodificadores. Los llamaron oráculos, y lo peor es que todos ellos se ofrecieron voluntariamente a participar en esta aberración. Ya veis hasta que punto puede llegar su fanatismo. A mí me mutilaron la mente, no soy capaz de recordar con claridad nada anterior a mi paso por la diabólica máquina. Por más que lo intento, todo parce confuso. Confundo lo real con la ficción, retales de mi vida con imágenes de alguna serie de televisión o alguna novela que pudiera leer. No sé si tengo familia, ni recuerdo en que lugar de Irlanda vivía exactamente. Extrajeron de mi cerebro lo que necesitaban y después me desecharon como un simple trasto estropeado.

  Bueno, mi caso es el siguiente:

Publiqué "El Mesías del Juicio Final" en noviembre de 2010 con Atlantis. Aunque suelan hacerlo en la mayoria de los casos, en el mio no fue coedición. Se lanzaron las dos primeras ediciones de 100 ejemplares, pero por razones económicas por parte de la editorial, no se llegó a un acuerdo para una tercera edición. Sé que no es ninguna maravilla, pero, al menos, me siento orgulloso de que doscientos ejemplares de mi libro hayan sido adquiridos por el público. Despues de aquello, decidí volver a colgar ese libro en Bubok. No ha sido una grata experiencia aunque, sí, me sirvió para aprender más sobre las editoriales.

  Por otra parte, a mí también me interesa saber más sobre ese comentario acerca de las editoriales y los libros colgados en internet. Sería muy ilustrativo para todos que lo explicaras con más detalle.

  Muchas gracias.