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romi
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Los frutos de otoño en Granada // relato

30 de Septiembre de 2011 a las 13:16

Bubok

Los frutos de otoño     

            Sinombre ¿Te acuerdas que te dije que te traería el otoño condensado? Pues aquí lo tienes. He cumplido mi palabra. Te traigo de todo un poquito. Pero de todo. Para probarlo y saber a qué sabe creo que es suficiente. ¿Sabes a dónde he ido a por ellos? Te lo digo en seguida pero ahora ven, acércate que te los voy a ir dando poco a poco para que lo saborees despacito y compruebes qué sabrosos son los frutos del otoño. Miras ves, casi todos los frutos del otoño tienen el mismo color de la puesta de sol en Granada. También el mismo color de los bosques en otoño. Solo las moras y las almesinas son de color noche sin luna que vimos este verano en Segura de la Sierra. Toma, prueba primero los más menudos, para ir haciendo boca, y luego te doy los más gordos. Empieza con este puñado de majolestas. ¿Ves? Rojas como las tardes sobre la Vega de Granada.

       Te digo de donde traigo estos frutos. Ayer se celebró en la ciudad de Granada el día de la patrona, la Virgen de las Angustias. Al caer la tarde me fui por algunas de las calles de esta ciudad. Quería ver la celebración. Recorrí la calle Elvira, la hemos recorrido algunas veces juntos, y llegué a Plaza Nueva. Crucé la Gran Vía y bajé por Reyes Católicos y, en la Acera del Casino, me paré. ¿Sabes qué me llamaba la atención? Muchos puestecillos ambulantes donde vendían de todo. Principalmente los frutos que en otoño se dan por estas tierras. ¿Que por qué vendían esto en los puestos ambulantes? Por lo visto es tradición aquí en Granada. Desde tiempos lejanos siempre los han vendido en las calles el día de la Virgen. Y algunos de estos frutos de otoño son: granadas, membrillos, castañas, azufaifas de dos tamaños, almesinas, higos, almendras, higos chumbos… Quizá me deje alguno que ahora no recuerdo. Pero todos los que te he dichos son propios de estas tierras y se dan en estos meses otoñales. Sí, me he dejado atrás las uvas y los madroños. Este último no es abundante por estas tierras pero tú sabes que en algunos sitios se dan bien. También las bellotas y las aceitunas.

         En los puestecillos que te digo también vendían toda clase de frutos secos. Para nosotros ya no tan importantes aunque sean buenos y estén ricos. Mientras iba recorriendo las calles y mirando me acordaba de ti, de la Princesa y de Bandolero. Os hubiera gustado disfrutar de aquellas cosas. En serio que os recordaba con algo de nostalgia y por eso compré lo que ahora te doy. Un puñado de cada cosa para celebrar el día de la Virgen. ¿A que están ricos? Toma, cómete ahora estas castañas y los higos chumbos. Les que quitado las espinas para que no te pinches. Pero cómetelos poco a poco para saborearlos mejor. Los chumbos y las castañas son típicos de Granada. ¡Si ahora mismo estuviera la Princesa! Le podriamos guardar un puñado de azufaifas para que las probara porque seguro que ella no ha visto esto nunca. Pero ¿cuándo veremos nosotros a la Princesa? ¿La veremos algún día, Sinombre? Y, sin embargo, ¿sabes qué te digo? Que si estuviera ¿a que tendrían otro sabor los frutos que comes ahora? Ya veo que las azufaifas te extrañan. ¿Es la primera vez que las pruebas? Yo tampoco sé mucho de estas delicias silvestres pero sí te puedo decir que su nombre científico es Ziziphus vulgaris, que en castellano quiere decir zufeifo. Son de la familia de las ramnáceas y, aunque fue introducida en la región mediterránea desde antiguo, procede de oriente.

La azufaifa es un pequeño arbusto ramificado. El género comprende alrededor de unas 100 especies repartidas por las regiones tropicales y subtropicales. En ocasiones se encuentra asilvestrada. Posee dos tipos de ramas con características diferenciadas: uno de ellos alberga hojas largas y las ramitas muestran formas en ziz-zag. Otro tipo de ramas sostienen hojas que nacen y caen anualmente. Una clase y otra son de hojas lampiñas y bordes aserrados. Las flores no tienen mucha entidad, color amarillento y nacen a principios del verano entre junio y julio. Los frutos maduran en otoño, son oscuros, con hueso, parecidos al de una aceituna y de carne un poco dulce. Las partes útiles en aplicaciones medicinales son los frutos, las azufaifas. Tienen virtudes laxantes y emolientes, gracias a su alto contenido en mucílagos. Antiguamente se utilizaban como pectoral y anticatarral en cocimientos a los que se añadían dátiles, higos y uvas pasas.