Recordad consultar las bases donde se explica qué requisitos son los que hay que cumplir para participar, si tenéis alguna duda, podéis dejar un comentario en el post de "comentarios" y ya responderá cualquiera de nosotros.
El plazo para presentar micros a concurso comienza ya y acaba el jueves 3 de noviembre a las 23:59
Los micros me los enviareis a mí en forma de mensaje privado y yo los publicaré en este post. Es obligatorio que vayan acompañados de un título, a cambio del cual os daré un nombre clave para que podáis seguir las votaciones.
La frase inicial es "No quiero a ninguno".
Como prometí hace no mucho, las claves de esta edición serán ... Por lo demás, espero recibir muchos micros y que pasemos un rato agradable leyéndolos.
MAGIA “No quiero a ninguno, ¡ya está! ¡Hala! ¡Fuera, tú, diablillo pícaro, de mi hombro! ¡Fuera, tú, también, angelillo cándido, de mi otro hombro! “ Y con esas palabras el joven aprendiz de brujo creyó haber abierto la puerta al libre albedrío. Sin embargo, bastaron las solas palabras de su madre para que la magia desapareciera: “¡A cenar, Pedrito! “ |
Jugando a casitas
- No quiero a ninguno.
- ¿Por qué no?
- Haga lo que haga siempre me gano un bofetón.
La luz del sol pasaba a través de las ramas que les cobijaban. El jardín se extendía frente a su mirada pero nadie podía verlos en su escondite.
- Eso te pasa porque tu padre no es tu padre.
- Será.
- Vamos a jugar a las casitas –respondió ella tras un momento-. Yo seré la mamá y tú el papá.
- No sé cómo se juega a eso.
- Yo te enseño –dijo ella, cogiéndole de la mano. |
Los resucitados
-No quiero a ninguno. Ya se lo dije por teléfono -sentenció observando tras el representante a las dos pálidas figuras que trajo consigo y que, redescubriendo el mundo, correteaban por el patio delantero recolectando las primeras hojas caídas del otoño.
-Sentimos mucho que con el seguro que tenía contratado su hijo sólo podamos cubrir a los menores implicados en el accidente. Si no está dispuesta a hacerse cargo de ellos, ya sólo nos queda que firme la renuncia y pasarán a formar parte del programa de donantes reactivados... ¿Quiere despedirse de sus nietos?
-Nada habría deseado más aquel día -confesó.
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Muertos vivientes - No quiero a ninguno de los que acaban de llegar, en la playa. Estamos en plena temporada de verano y estas cosas no hacen más que espantar a los turistas. Su jefe era un capullo; ¿dónde creía que podían meter a veintisiete subsaharianos medio muertos de hambre, sed y mojados hasta el tuétano? Dio la media vuelta y entonces le vio corriendo por la arena como alma que lleva el diablo. Una sola vez volvió la cabeza, se miraron fugazmente !aquellos ojos enormes! Luego se fue a recoger a los demás. ¡Que tengas suerte! Pensó. |
Testamento -¡No quiero a ninguno! -vociferó, -Pero... son sus hijos. -Sí. Unos hijos necios y patanes cuyo -Señor, comprendo su enfado, pero ha -Esta bien -aceptó quejumbroso el El escribano cogió su pluma aguardando |
Capricho -No quiero a ninguno, padre. Quiero a Lester. -¡Es mi criado! -¡Le quiero a él! El rey se marchó airado sabiendo, en el fondo, que era una discusión perdida de antemano. -¿Quieres a Lester? –pensó-. Tendrás a Lester. Lo mandó llamar y él mismo lo mató y lo guisó en una inmensa olla. El día del banquete, su cabeza coronaba una gran fuente de carne y verduras. Al verlo, la princesa abrió los ojos, horrorizada. -Es... Lester. -Feliz cumpleaños, hija –dijo, con sorna. -Has hecho... estofado. La princesa miró a su padre, furibunda. -¡Lo quería asado! ¿Tanto te costaba? |
El Rey lo ordena... —No quiero a ninguno de ellos a menos de cien metros de las murallas de la ciudad. —Pero Majestad, no hacen nada malo. Sólo piden algo de comer. Por caridad cristiana... —¡Son sucios y malolientes! ¡Su sola presencia ofende mi mirada! —Majestad, muchos de ellos murieron cuando los expulsamos y se fueron a vivir al bosque. Si no les dejáis acercarse a pedir algo de comida morirán muchos más. —¡Que se coman entre ellos! Así habrán servido para algo. Y con suerte nos habremos librado al fin de su presencia |