Acabo de llegar a casa después de una densa jornada de trabajo. He cenado ya y por fin me puedo poner al ordenador un ratillo. Tenía preparadas cuatro o cinco claves para la avalancha de relatos de última hora. Pero no los veo. Parece que ha habido algún problema con el Internet, las telecomunicaciones o las redes, los hosts y todo eso. Comprendo que no hayáis podido subir al hilo correspondiente vuestros relatos y supongo que os hará mucha rabia tenerlos acabados y que por pequeños problemas de conexiones o de funcionalidad del sitio web no os haya quedado tiempo de subirlos. Yo os los agradezco como si los hubieseis podido postear. De verdad. Creo que como estas cosas del Internet se acaban arreglando finalmente, sería bueno dar un plazo prudencial para ello. Pero como, por otro lado, no quiero que nadie aproveche para tomarlo como excusa para, haciéndose el ofendido, dejar de participar en el futuro, no voy a prorrogar el plazo de entrega de los relatos. Ni aun constándome que el haberlo hecho el pasado veinticuatro de noviembre no supuso problema alguno para nadie. De modo que, aunque no entienda por qué ahora se mide con varas distintas que el año pasado, no voy a correr el riesgo de nadie se acoja al enfado por eso de no respetar las normas. De modo que con cinco relatos (a cuyos creadores o creadoras agradezco muchísimo su participación) vamos a dar por cerrado el plazo de presentación para esta edición del concurso quincenal, o mejor dicho, bisemanal, de Bubok.
Ahora en serio, amigas y amigos. No son muchos cinco relatos. Pero como lo que cuenta es la calidad, estoy muy satisfecho con ellos. De hecho esto es un pequeño juego, un taller, un punto de encuentro. Lo de los resultados, las votaciones, los puntos y las medallas está bien. Pero lo que está mejor es que nos motivamos a escribir cada quince días un relato breve sobre los más variados temas, que nos leemos y que nos comentamos. Y ello lo mismo podemos hacerlo con cinco que con quince relatos. Es más, creo que podremos comentar más y mejor si el número de relatos es menor. Y quiero deciros que este concurso quincenal de relatos supuso un antes y un después para mí. Por ello lo he defendido y lo defenderé. Por un cierto egoísmo. Yo he ganado mucho, de verdad, he recibido mucho de estos concursos. Gracias al estímulo y la motivación que suponen pero sobre todos al ambiente de los comentarios, a las sugerencias y correcciones, a vuestras ideas, a vuestras regañinas en algún caso. Que a mi edad pueda constatar que ahora soy capaz de escribir un cuento bastante mejor que hace dos años es algo muy fffuerte, tíos. Y os lo debo a vosotras y vosotros, a todos.
Bueno, toca echar el cerrojo al hilo de los relatos universitarios y prepararnos para el seguimiento de las votaciones. Ya sabéis, desde ahora mismo hasta el domingo por la noche me podéis ir enviando vuestro votos de manera privada. Se aceptan los votos de los participantes y también de no� participantes. Votaremos a tres de los cinco relatos, como es habitual. Tres, dos y un punto.
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