Hola, hace ya que me registré en bubok, pero por cosas de la vida lo fui
dejando. Bueno también pensé que sería una estupidez publicar una
autobiografía.
Me gustaría que me dierais vuestra opinión sobre un libro que quiero escribir.
Se
trata de una autobiografía de un personaje marginal, osea yo, y unos
personajes marginales que viven una serie de extrañas circunstancias.
La
obra trata de la protagonista, (yo) cuando tenía cuatro o cinco años.
Yo soy una niña marginada en clase que vive en una familia de tres
hermanas y sus padres. La familia apenas tiene dinero cada mes, y viven
en un bloque donde hay gente muy rara. La trama es en orden cronológico y
voy contando cosas que me pasaban en el cole, el instituto en la
familia. Pero a pesar de ser mediocre la forma de contarlo es
entretenida y eso hace que la gente lo quiera leer. La historia empieza
en los años 90, muy al principio, pues nací en el 86. no espero ganar un
premio P.de Asturias, con entretener a la gente me vale.
Puse
algunos posts en foros y unos me dijeron que o tenía mucha imaginación o
mi vida era muy deprimente, jaja. Todo lo que escribo es verdad, para
lo único que usola imaginación es para coger la forma de contarlo.
Es
un poco como Las Cenizas de Ángela pero en plan humorístico. Me he
dadocuenta de que a la gente le gusta deprimirse o reirse de las
desgracias ajenas. Y creo que la combinación funcionará.
Así que
os dejo un fragmento, pero no diré cómo lo titularé pues a mucho plagio
por ahí pero seguro que no lo adivinaríais en años.
Si queréis seguirme y apoyarme estoy en Facebook, aunque hasta que no tenga 20 seguidores no me deja poner un nombre más corto.
Sigueme haciendo click aquiCuando contaba por ahí eso de que nacimos una por año, unos pensaban que
éramos del Opus, otros que muy católicos, pero la verdad es que mi madre era
joven y mi padre un tanto irresponsable, que con el cuento de que ya estaban
casados le hacía una barriga por año. Él manifestaba "no pasa nada, si ya
estamos casados, ya no es pecado, podemos tener un equipo de fútbol que no
importa, Dios estará contento"......[ ].... A lo mejor esperaba
que Dios les mandara comida en paquetes de la Cruz Roja desde aviones, con
arroz, harina, leche en polvo y pañales por haber dado tantos hijos a la Santa
Iglesia Católica, mas nunca ocurrió tal cosa.
A finales de los ochenta la gente estaba como ahora: en la
mierda. Como ahora en España, los políticos hundían el país, y los jóvenes no
veían futuro alguno uniéndose al club de la droga, o portando raras vestimentas
que hicieran pensar a los demás que eran unos tíos duros y que no creían ni en
Jesús, Epi y Blas, o los reyes magos.
Ya que
sólo unos pocos privilegiados se podían permitir vivir en la maravillosa urbe
madrileña que era la capital, a los demás no les quedaba otra que ubicarse en
zonas tercermundistas: la zona sur de Madrid; Móstoles, Fuenlabrada o Leganés,
donde moraban en su mayoría gente de mala calaña o muertos de hambre.
En mi bloque nosotros éramos de los más normales. Eso quiere
decir que la mayoría estaban desequilibrados, veían demonios, gritaban todo el
día, tiraban cosas por la ventana, o vivían al estilo indígena. Os hablaré de
los más excéntricos.
Concha, la del primero B era una vieja cincuentona que sacaba
dinero a los desesperados haciendo de curandera. Nos decía que vio en algunas
ocasiones al diablo, nos alertaba de quien era compinche de Lucifer, hacia magias
para todo y era como la bruja de La Sirenita pero en fea de piel morena y
cabellos rizados, cortos y oscuros. Era tan gorda que sus pies se salían de las
zapatillas. Mi hermana 3 nunca que
comía los caramelos que nos daba porque creía que estaban envene-nados. Y mi
hermana 1 nunca pasaba por la puerta del bar puesto que Concha aseguraba que
los dueños del bar eran demonios.