Desde que apareció Internet, por suerte los intermediarios que se han lucrado del arte y de tantas otras actividades van viendo mermada su capacidad de llenar sus bolsillos a costa del talente, trabajo y esfuerzo de otros.
Este es un mensaje para todos aquellos que creen que entre el artista (creador) y el lector (consumidor) no tienen que haber nadie (llámese Editorial, Discográfica...). Ahora existe algo que pone a todos en conexión al momento, la red.
Y hay gente inteligente que se da cuenta de que esto cambia y redirige sus negocios, porque no se puede luchar contra el progreso. Yo paso de ir llamando a puertas, de recorrerme cientos y cientos de editoriales, de enviar manuscritos, de tratar con agentes, paso de respuestas vacías, de malas caras,...
Ahora somos unos pocos, pero dentro de poco seremos muchos.
¿Por qué un CD vale 18 euros cuando el músico ahora puede colgar los temas en su web para que los fans se descarguen las canciones? Se les ha acabado el chollo a las discográficas y a las editoriales!