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itziar16
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UN CONCIERTO DE NAVIDAD QUE CAMBIÓ LA VIDA DE JUDITH (+13) OFICIAL

25 de Diciembre de 2012 a las 22:04

UN CONCIERTO EN NAVIDAD QUE CAMBIÓ LA VIDA DE JUDITH

Judith era una chica de 17 años de Pamplona. Últimamente todo le salía mal. Se llevaba mal con los de su clase por un problema que tuvo hacía 4 años. En el fondo no tenía amigos, en el patio iba con unos que de vez en cuando quedaba con ellos, pero había cosas en las que le marginaban, Judith no decía nada porque no tenía otros amigos. Y encima en el primer trimestre de 2º de bachiller había suspendido 5, a pesar de estudiar. No solo eso, además le había gustado un chico que resultó ser una mala persona. Un día vio un cartel sobre un concierto:

LA OREJA DE VAN GOGH

DAVID BUSTAMANTE

ABRAHAM MATEO

TONY MATEO

DAVID CIVERA

DANIEL DIGES

25 de diciembre a de 22:00-04:00 en Itaroa (Uharte-Pamplona) Entrada libre

A Judith le encantaban esos 6 artistas, especialmente los tres primeros. Ya que a sus ``amigos´´ les gustaba La oreja de van Gogh le acompañaron a La oreja de van Gogh y después solo se quedó Ane, a la cual también le gustaba Bustamante y ya después la dejaron sola. Judith no sabía que ese concierto iba a cambiar su vida. En el concierto de Abraham Mateo al quedarse Judith sola, un chico se acercó a ella.

-Hola, ¿Cómo te llamas?

-Judith ¿Y tú?

-Hodei. ¿Cuántos años tienes?

-17.

-Como yo. –A Judith le pareció un chico ni guapo ni feo, normal tirando a  guapo. Hodei se quedó sorprendido cuando vio que  Judith se sabía todas las canciones de Abraham Mateo, sobre todo la nueva ``Señorita´´. Judith en un arrebato le contó a Hodei que ella comentaba en todos los vídeos de Abraham en youtube y había hablado por ahí con él de vez en cuando porque Abraham le dio las gracias y que habían quedado después de los 6 conciertos. Hodei le preguntó a ver si había ido al concierto sola.

-No, he venido con mis ``amigos´´ que solo les gustaba La Oreja de van Gogh, menos a una que también le gustaba Bustamante se ha quedado, pero después se ha ido y me han dejado sola. En realidad, no son mis amigos, lo que se dice amigos ¿sabes? ¿Y tú estas solo?

-Mis amigos han venido a ver solo a La Oreja de Van Gogh y me han dejado solo. Pero mis amigos son los mejores amigos del mundo.

-Que suerte tienes. –Hodei no quiso molestar a Judith y se callo. Solo comentaron sobre los artistas.

Sobre Tony Mateo:

-Me encanta como canta. –Decía Judith. Después con David Civera:

-Me encanta como canta y las canciones. –Y el último Daniel Diges:

-Que voz que tiene. Yo cuando fue a Eurovisión pensaba que no, pero en Tu Cara Me Suena he visto que sí. –Hodei le dio la razón y sonrió.

-Me caes muy bien Judith.

-Tú a mi también. ¿Vienes conmigo a ver a Abraham? –Hodei aceptó. Abraham les dio las gracias por todo. Cuando salieron Judith preguntó a Hodei a ver donde vivía y dio la casualidad de que los dos vivían en el centro de Pamplona y decidieron volver juntos desde el Itaroa hasta Pamplona andando. Durante el camino Judith le contó parte de su vida, bueno más sobre sus ``amigos´´ y Hodei le propuso quedar con ellos al día siguiente por la tarde. Judith aceptó. Y Judith empezó a quedar con Hodei y sus amigos Ekiñe y Amets. Se empezó a hacer muy amiga de los tres. Empezaron a quedar todos los fines de semana. Judith estaba muy a gusto con los tres, especialmente con Hodei. A veces quedaba con él solo, con Ekiñe sola o con Amets solo. Iba variando. Un día estando con Hodei a solas Judith le comentó:

-Me caen muy bien tus amigos.

-Tú a ellos también, ya te dije que son los mejores.

-No sé por qué, pero por una vez no me siento la acoplada del grupo, si no como una más. Gracias

-Me alegro en serio. Vamos donde están Amets y Ekiñe. –Judith vio que le estaba empezando a gustar Hodei.  Porque empezó a ver en él un muy buen chico, muy inteligente, divertido y la trataba muy bien y distinto a la mayoría de sus amigos masculinos (Amets incluido, Judith quería mucho a Amets, pero como amigo). Y ya se habían contado toda su vida entre los dos. Aún con la confianza que ya tenían no se atrevía a decírselo. Fueron con Amets y Ekiñe y le dieron una sorpresa a Judith:

-Judith, Amets y yo cumplimos el 12 y 17 de febrero, el 16 haremos una fiesta y estas invitada. Solo iremos nosotros 4. –A Judith le hizo muchísima ilusión, ya que hacía 6 años que no le invitaban a nada.

-Esto con mis amigos del patio no pasa. Gracias, en serio. Antes se lo he dicho a Hodei, es la primera vez que no me siento como la acoplada de turno. Gracias chicos y más si soy la única que vais a invitar además de vosotros.

-Ha sido idea de Hodei. –Judith y Hodei se miraron con miradas de enamorados.

-Pero ellos están encantados. –Interrumpió Hodei.

-Uuh que miradas, vosotros os gustáis. –Judith y Hodei se callaron.  Judith, como ya he dicho antes le estaba empezando a gustar Hodei. Además de todo lo anterior, veía a Hodei un apoyo incondicional, en Amets también lo veía, pero de distinta manera. Además siempre había estado muy a gusto con Hodei, pero ahora cada vez que estaba con él le latía el corazón muy rápido, quería estar a todas con él y ahora hasta le atraía físicamente. Ese sentimiento no cesaba, es más crecía conforme pasaba el tiempo. Una vez Judith le contó a Hodei que los de su clase y curso decían a sus espaldas que olía mal. Y él, a espaldas de Judith investigó quienes eran los de su clase y curso y les amenazó con denunciarles:

-Como volváis a decir algo malo por detrás de Judith os denunció a todos y os meto una hostia a todos que os mando a Nueva York. 

-No sabíamos que Judith tenía novio. –Dijo la chica más creída de la clase.

-No soy su novio, soy su amigo. –Judith cuando se enteró quedo con Hodei.

-Gracias por lo que has hecho, pero no tenías que haberlo hecho.

-Si lo dices porque tienes miedo a que les pegue. No les pienso pegar, no soy violento. Pero como te hagan algo denunciar si que les denuncio. Además ¿qué más te da si seguramente ya no te dicen nada?

-Ya, pero me gustaría saber valerme por mí misma, no puedo depender siempre de alguien, de mis padres, de ti. Tengo que aprender a sacarme las castañas del fuego yo sola, no me ayudas así. Además, están empezando a hablar mal de ti.

-A mi no me importa lo que me digan esos imbéciles, mientras te dejen en paz a ti.

-Ya, pero a mí sí que me importa, es más me molesta más que hablen mal de ti que de mí. –Hodei le dio un abrazo, abrazo que a Judith le encantó. Sin embargo, Judith no sabía si eso era amor de hermano o de pareja. Llego el día del cumpleaños y Amets y Ekiñe y Judith no sabía que además de los regalos que les hicieron ellos a Amets y a Ekiñe iba a haber una sorpresa especial para ella también.

-¿Quieres formar parte de nuestra cuadrilla?  -Le preguntó Ekiñe. –Bueno, ya lo eres, pero ``oficialmente´´.

-¿En serio? Pues claro. Gracias chicos, os quiero. –Se dieron un abrazo entre los cuatro. Pasaron unos meses y Judith no podía aguantar más sin confesar sus sentimientos a Hodei, a pesar de la vergüenza y las consecuencias que podía acarrear debido a su amistad, estaba decidida a contárselo. Los dos fueron a pasear por Burlada, un pueblo al lado de Pamplona, por el parque Uranga y Hodei se lo puso fácil.

-Judith ¿Tú no crees que Amets y Ekiñe se gustan? Ellos dicen que no, pero esas miradas…

-Sí. Hodei hablando de gustarse. –Bajo la voz –Me gustas. Al principio cuando nos conocimos solo te quería como amigo, pero cuando te he ido conociendo más, me he enamorado de ti.

-¿En serio? No me lo creo, ¡Yo también! –Se abrazaron. Hodei le arrastró con la mano a Judith.

-¿A dónde me llevas? ¿Sabes? yo nunca  he tenido novio y tampoco he besado nunca a ningún chico. La mayoría de los chicos decían que yo era fea.

-Yo tampoco ninguna de las dos cosas. A mí nunca me has parecido fea, ni cuando solo te quería como amiga. Me parecías una chica normal y ahora que estoy enamorado de ti, me pareces guapa por supuesto.  Y a mí las chicas también me decían que yo era feo.

-Que chicas más raras. A mí nunca me has parecido feo, me parecías normal y desde que estoy enamorada de ti guapo.  ¿Pero a donde me llevas? –Se sentaron en un banco. Hodei se acercó a Judith para besarla, Judith se comenzó a poner muy nerviosa. Hodei le rodeo los brazos y se tranquilizo un poco, aunque el corazón de los dos no paraba. Se besaron despacio. Para Judith y para Hodei ese beso fue muy especial.

-Ha sido impresionante. Tanto tiempo esperando a tener buenos amigos y un buen novio y al final me lo encuentro todo a la vez. Doy gracias a la vida por ese concierto, en serio. –Comentó Judith.

-Para mí también. Me encanta como te brillan los ojos, que son preciosos, verdes.

-¿No te habías fijado hasta ahora? Estos últimos meses,  me brillaban y me brillan cada vez que estoy contigo. A ti también te están brillando, tus preciosos ojos azules.

-¿No te habías fijado tú en mí tampoco? Pues a mí en estos últimos meses también me brillaban. Al final tenían razón Amets  y Ekiñe.

-¿En qué?

-Una vez me dijeron que tú te gustabas de mí.

-¿En serio? Si yo no les dije nada. Bueno, que más da. –Se volvieron a besar y fueron a contárselo a Amets y Ekiñe.

-Nos alegramos y nosotros también tenemos que deciros una cosa. Nosotros también estamos saliendo.

-¿En serio? Pues nos alegramos también.  –Judith en principio, pensaba que cuando tuviera novio no se lo contaría a sus padres, pero veía a Hodei tan buen chico que decidió contárselo. En principio, sus padres no se lo prohibieron, a pesar de que no lo veían bien por la edad, pero en cuanto conocieron a Hodei y vieron lo que la quería se alegraron por su hija. En el cumpleaños de Judith Hodei le hizo un regalo muy especial. Hodei sabía que había un chico ucraniano de 8 años más, el cual cuando ella era pequeña sus padres lo acogían durante el verano y era como un hermano mayor para Judith. El chico consiguió buscarle y que vendría a Pamplona el día de su 18º cumpleaños. Judith abrazo a Vasyl después de 13 años sin verle. Y preguntó a Hodei como lo consiguió y le contestó que había ahorrado mucho dinero para ir a Kiev y preguntar por allí hasta que consiguió dar con él. Judith no daba crédito de lo que la quería Hodei. Además le había preparado una fiesta sorpresa por su 18º cumpleaños e invito a un chico de 13 años que también era como un hermano pequeño para Judith. Vasyl le dijo a Judith:

-Hodei es el chico que yo querría para mi hermana pequeña. En serio es un gran chico, no desaproveches esta oportunidad.

-Lo sé, gracias hermanito. Y es el chico que yo siempre había soñado como novio. Resulta  que existe. Soy feliz. –Dijo sonriendo.

A los 6 meses de estar saliendo juntos, Hodei le pidió a Judith que se acostará con ella:

-Judith podemos dar un paso más en esto. –Judith le entendía perfectamente lo que le quería decir. –Pero solo si tú quieres, yo espero lo que haga falta como si hace falta que nos casemos y si lo hacemos, con preservativo, por supuesto. –A Judith le hizo gracia lo último que dijo:

-No, hombre, no. No soy tan anticuada, pero tengo que estar más preparada. –Muy pronto estuvieron preparados y fue muy especial tanto para Judith como para Hodei, no solo por ser su primera vez, sino porque se querían muchísimo. Pasaron años y seguían juntos, mucha gente les veía como una pareja casi perfecta. Una vez rompieron, por un tiempo muy corto y lo pasaron fatal. Especialmente porque al ser de la misma cuadrilla se tenían que ver y era muy duro tener que verse sin hablarse siquiera. Al final lo arreglaron y, no solo eso sino que se fueron a vivir juntos. Cuando pasaron unos años y cuando los dos consiguieron trabajo de profesores de primaria, ya que los dos estudiaron juntos en la universidad pública de navarra y siempre les toco en la misma clase. Tuvieron su primer hijo y Judith antes de tenerlo por decisión de los dos, Judith le dijo a Hodei:

-Si tenemos un hijo tenemos otro. Yo soy hija única y no quiero eso para mis hijos. –Hodei aceptó. Judith y Hodei fueron una pareja feliz, a pesar de algunas discusiones y problemas que tuvieron. Por otra parte, siempre contaron con la gran amistad de Amets y Ekiñe, los cuales también fueron una pareja muy feliz, a pesar de problemas y discusiones.

FIN