Eso, aquí los pondré yo a medida que me los vayáis enviando. Tenemos tiempo hasta el jueves de la semana próxima (9 de mayo). Tened un poco de paciencia con le MdC. Estoy un poco liado estos días y, además, el viernes me van a hacer una pequeña intervencioncilla. Nada serio. Pasa que también nosotros necesitamos apaños en ocasiones.
La frase de inicio de los micros la he tomado de la última frase de mi micro, el ganador del anterior certamen. Creo que unas palabras del inicio serán adecuadas:
"No estabas allí para ayudarla" o bien "No estabas allí para ayudarle". Se añaden luego hasta 95 palabras y ya tenéis un micro. Comentarios en el otro hilo que abro enseguida. Gracias.
Quién lo hubiera adivinado |
Cuando el mar te empuja
- ¡No estabas allí para ayudarle! - ¡Mamá! –se quejó su hermana-. Acabamos de enterrar a papá. ¿Crees que es el momento? - Era el momento de haberse portado como un hombre. El muchacho callaba, dolido, tragando saliva. Imaginó a su padre intentando salvar la pesca de la noche, atando los cabos cuando un golpe de mar se lo llevó. Imaginó que aún entraría por la puerta, empapado de lluvia, para recriminarle que quisiera irse lejos. Empezó a llenar la mochila mientras escuchaba el llanto silencioso de su madre al otro lado de la pared. |
Levántate y anda
No estabas allí para ayudarla, eso lo sabías, no estaba en tu mano hacerlo. Sin embargo la tentación de hacerlo se apoderó de ti. ¿Y si era así de fácil? Tenías que intentarlo. La miraste a los ojos y pudiste ver cómo los suyos te sonreían. Creíste que te daba las gracias. Creíste que el milagro era posible. Le acariciaste la cabeza, le susurraste al oído y le tendiste la mano. Sus ojos volvieron a sonreír antes de cerrarse. Los milagros no existen. |
Desolado
No estabas allí para ayudarla. Ella seguía recluida en casa por prescripción médica. Te encontrabas de viaje de negocios cuando le dio el infarto. No te atormentes más. Pese a que ahora huele a matacucarachas y desinfectantes y su madre no haga más que llorar, cuando salgamos de aquí la enterraremos y pasarán unos días y luego unos meses. Con el paso del tiempo olerá a primavera, a calor de cuerpos vivos y besos dados, y conocerás a otra y te olvidarás de por qué diste un fuerte grito y te doblaste de rodillas hasta caer al suelo. |
Rescate
"No estabas allí para ayudarle", eso le repetían todos sus compañeros como un mantra. No podían arriesgar la vida de miles para salvar solo a uno, le dijeron. Aun así, intentó escapar y cumplir con lo que creía justo. Hicieron falta 5 compañeros para reducirle. Creían que una celda de aislamiento era una tortura horrible. La peor tortura era saber que por no ayudarle se habían condenado todos. |
Reproches
–No estabas allí para ayudarle –nunca pensó que sería capaz de levantarle la voz. –¡Bah! Déjalo estar, ¿quieres? –respondió él sonriendo. –¿Pero por qué? Podías haberle salvado... Podías haberle ahorrado todo ese calvario... ¡Se supone que era tu hijo! Él se empezó a reír. –Cuando llevas tanto tiempo en el cargo como yo, tarde o temprano empiezas a aburrirte. Quería probar algo nuevo. Sólo por variar. Tampoco es que lo hayamos hecho tan mal en el pasado, ¿verdad? Gabriel se plantó delante de su jefe en actitud desafiante. –Pregúntaselo a Lucifer. |
Madre naturaleza Tú no estabas allí para ayudarla, pero aquel desgarrador llanto en mitad de la noche te arranca de tu indiferencia y te lanzas al interior del humeante amasijo de hierros. Rescatas, no sin dificultad, a la indefensa criatura de sus ataduras. |
Mala suerte No estabas allí para ayudarle a escapar, sino todo lo contrario, pero tú le apreciabas, le llamabas Napoleón y compartías con él tus bocadillos. Fue una idea perversa de tu padre obligarte a sujetarlo mientras contemplabas, horrorizado, como empuñaba el hacha para cortarle la cabeza. |
Pendiente de un hilo — ¿No estabas allí para ayudarla? |
Carta a un fantasma No estabas allí cuando llegué. Iba por el octavo cigarrillo cuando te escribí esto: Lo lamento mucho de verdad, no quise llamarte. Preferí esperar puesto que imagine ya no vendrías, aclarar lo ocurrido no me apetecía. Ya sabías mi respuesta. Al día siguiente la policía tocó en su casa. -Buenos días, queda arrestado como primer sospechoso de un falso suicidio. Encontramos evidencias en el teléfono de la víctima. Tenían una cita en las horas que se cometió el crimen junto con una nota en la escena firmada con su nombre. Estaba a unos metros del terrible accidente. -¿María está muerta? |