Aquí los micros. Ya sabéis: hasta las 22.00h del 23 de mayo. El comienzo será: Sus enormes ruedas. Si a alguien no le gusta que lo diga. Hala a escribir.
Pánico Sus enormes ruedas giraban Giro a giro, lento caminar, Hilet sintió cómo en su estómago algo no funcionaba bien. Le siguió un dolor que en aumento le empezó a parecer Cuando las ruedas llegaban a su —¡Coño, Hilet, no hay quien se |
Un viaje sin vuelta Sus enormes ruedas patinaban en el fango. La desesperación Le enseñó sus dientes y se |
La ofrenda Sus enormes ruedas dejaban profundos surcos en el camino. Pronto amanecería. |
Verano Sus enormes ruedas hicieron ruido al pisar la grava. La niña la aparcó apoyándola contra el muro y se sentó en la piedra junto a sus abuelos. -¿Qué tal las vacaciones? -Bueno, un poco harta ya de estar en este pueblo asqueroso. -¿Qué? -Que estoy harta de estar en este pueblo asqueroso. -¿Qué? Tengo que cambiar la pila al aparato… -Que estoy harta de estar en este pueblo asqueroso. -Bah, déjalo. No te oigo. -¡Que está harta de estar en este pueblo! ¡Asqueroso! |
Oídos sordos Sus enormes ruedas chirriaban como gatos atormentados sin que nadie reparara en el sonido. Era tan normal… |
Puerta del Sol Sus enormes ruedas y sus interminables engranajes giraron hasta que el reloj empezó a dar los cuartos. Busqué a Marga con la vista entre el bullicio. Deseaba empezar el año abrazándola, decirle algo bonito al oído que rompiera la distancia que manteníamos. Al fin la encontré. Estaba abrazada a Sebas, el chico nuevo. Reían como imbéciles, pensé, pero el imbécil era yo. Sonaron las campanadas: una, dos… No podía dejar de mirarles con rabia. Alguien me tocó el brazo. “¡Feliz año!” dijo Milagros. Su boca reía pero sus ojos decían: |
Selección natural Sus enormes ruedas sobresalen de entre el amasijo de hierros retorcidos a que ha quedado reducido el viejo autobús de línea. Las llamas comienzan a lamer su desgastado caucho. Desde lo alto del precipicio, en el arcén de la angosta carretera, junto a tu utilitario milagrosamente detenido a un par de palmos del abismo, lo ves arder allá abajo con asombro. "¡Pobre gente!" piensas. Vuelves al coche y arrancas. "¿Qué podía hacer? Era mi vida o la de los cincuenta y tantos pasajeros del autobús." |
Sin reconocimiento Sus enormes ruedas (como las había bautizado) de piedra iban a ser la envidia de cualquiera, pensó mientras las apoyaba en un viejo árbol de la montaña donde las había esculpido. |
Orgullo Sus enormes ruedas ¡cómo presumía de aquellas ruedas! Las había echo traer expresamente de Alemania y eran su mayor orgullo. Así, su exclusivo coche era aún más especial. |
El día que papá le trajo Dolores a María Sus enormes ruedas salen disparadas en todas direcciones mientras la frágil carcasa del 4X4 de Barbie sucumbe aplastada, cual cáscara de huevo, bajo el mastodóntico pie de doña Eugenia. |
Enma 29 Sus enormes ruedas internas giraban a tal velocidad, que las válvulas que bombeaban su corazón estuvieron a punto de salirse de su sitio. |
Bueno, aquí van mis comentarios, un poco tarde, disculpad: - Pánico: Me parece un buen relato, y lamento no haberle dado más puntos, y no fue por otra cosa más que porque se me fastidió el pánico cuando leí el final "ya no juego más", sino se hubiera llevado más de 3 puntos seguro. El nombre del chico incluso le da más aire de película de suspense. - Un viaje sin vuelta: Sigo leyéndolo y me parece un micro redondo, quizá hubiese cambiado que el lobo estaba rabioso por que estaba hambriento, pero el resto me encantó. Llamadme macabra. - La ofrenda: Otro micro al que me hubiera gustado darle puntos, pero me tiró para atrás el que hicieran una ofrenda después de estar todo el día de parranda, si hubiera sido a Dionisio, le hubiera visto incluso sentido o si hubiese sido algo vandálico, pero una ofrenda a las 6 de la mañana no la veía. Aun así, ya digo que me pareció muy buen micro. - Oídos sordos: Me gustó porque me hizo reparar en que estamos acostumbrados a ruidos espantosos y si son continuos al final no reparamos en ellos. - Puerta del Sol. Carlos, siempre consigues tocar nuestra fibra sensible. ¿Quién no ha sentido en sus carnes saberse "sólo yo"? - Selección natural. Es muy cruel, pero creo que estamos tan acostumbrados a ver catástrofes en los medios de comunicación, que al final uno se inmuniza y, por desgracia, hay gente que parece que nace inmune a la desgracia ajena, sobre todo si es al volante. - Sin reconocimiento. La idea es buena, pero no me acabó de cuadrar que alguien invente la rueda y además le ponga nombre, llamadme tiquismiquis. - Orgullo. Rosa, te puedo asegurar que he visto ruedas rajadas de profesores y no eran en coches bonitos ni de los que presumieran. Y sí, el principio y el final no quedaron bien unidos, quise no caer en el tópico de la mujer rajando ruedas y al final el micro perdió su esencia. - El día que papá le trajo Dolores a María. Me perdí al principio porque normalmente a la asistenta no se le trata de "doña", si hubiese sido una institutriz hubiese sido redondo, pero estar tiranizadas por la asistenta me parece algo exagerado. - Enma 29. Para mí, la frase final sobraba, aun así, otro micro al que me hubiese gustado dar puntos por originalidad al menos.
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