Y para romper el hielo con los "precomentarios" os cuento una anécdota: Tendría mi hijo unos siete u ocho años cuando un buen día me preguntó: "Mamá, cuando sea mayor ¿cuántos hijos quieres que tenga?" Yo le dije que eso era cosa suya y de la que fuera su pareja, que no me lo tenía que preguntar a mí. Entonces me respondió: "No, si te lo pregunto porque como me los vas a criar tú..." ¿A que son adorables los hijos? |
Debía tener mi hijo unos cuatro años. Era la primera vez que tomaba conciencia de lo que era volar en avión, y en su entusiasmo ansiaba poder ir en el asiento de la ventanilla. Al poco de despegar, en esos momentos en los que se respira en la cabina un silencio tenso mientras el avión toma altura, mi hijo se incorporó de su asiento para asomarse a la vista que podía contemplar desde la ventanilla. Y al sentirse tan arriba, viendo como poco a poco se alejaba de la tierra, exclamó a viva voz para gusto y deleite de todo el pasaje... ¡Guaaaaauuu! ¡Qué altos vamos! ¡Si nos caemos de aquí nos morimos seguro! Lo dicho, Sacra. Adorables. ;-)
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Jajajaja... adorables y sinceros. Cuando mi hija tenía dos o tres años, teniamos un vecino que, imagino que por razones de horario de trabajo, apenas se dejaba ver; algunas veces lo veíamos entrar al portal por la mañana muy temprano o salir por la noche muy tarde, pero era raro coincidor con él y mi hija no lo había visto nunca. El hombre en cuestión no era muy agraciado físicamente, en realidad nada agraciado, y un día en el que yo salía con mi hija a dar un vuelta, mientras yo cerraba con llave la puerta ella se adelantó en la escalera coincidiendo con este señor que entraba a su casa, entonces se escuhó la voz en grito, reforzada por el eco del portal, de mi hija diciendo: "¡Mamá, corre, ven! ¡Mira que señor más feo! ¡Corre, corre, que va a cerrar la puerta y ya no lo ves!" Ay... la sinceridad de los niños... Vamos con otra hija de ilustre, hoy toca la más grande: "La Faraona", bueno, |
Uhh, es complicado este tema, más que el de genética. J Esta vez tengo más días, es un tema del que tengo material real, no sé por qué me cuesta tanto. Tengo cuatro hijos si hablo de ellos, podrían llegar a demandarme. Si menciono a uno, los otros me reprocharían, ya estoy como escuchando sus voces diciendo – claro él es tu preferido. Tratare de ser ecuánime. J Es una broma. Suerte
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Y otra anécdota, pero esta vez la hija era yo: Íbamos en el coche a no sé dónde, mi padre conducía y no hacía más que mover el parasol y subir y bajar la cabeza al tiempo que se quejaba: "joder con el sol, me ponga como me ponga me da en los ojos". Entonces yo, con mi mejor voluntad, desde el asiento de atrás le pasé las manos por la cabeza y le tapé totalmente los ojos para que así el sol no le molestara. Por increíble que parezca, en lugar de agradecerme el gesto, tanto mi madre como mi padre me regañaron. Es duro ser hijo... |
Os cuento algo que pasó cuando mi hijo estaba en preescolar. La profesora me hizo llamar porque quería hablar conmigo, yo al principio me preocupé pensando que el niño había hecho alguna, pero cuando llegué y hablé con la profe me entró la risa. Me dijo que quizás debería motivar a mi hijo un poco más en cuestiones de trabajo, ya que al preguntarle que qué quería ser de mayor él había respondido muy convencido que quería ser pensionista. Le dije a la profesora: "es normal, nació en plena huelga gerneral con los servicios mínimos de maternidad, eso tiene que dejar marca sí o sí". Creo que la profe no quedó muy convencida con la explicación. |
¡Ah! Un par de años después, a la misma pregunta, mi hijo respondió: "piloto de avión para después ponerme en huelga" (se hablaba mucho en esas fechas de la huelga de los pilotos en las noticias). A ver quién me rebate que mi hijo nació condicionado, jejeje... |
Lástima que ya envié a otra edición el cuento del Abad y el peregrino. Encajaba muy bien con el tema. La verdad es que para un micro, menos de cien palabras, encuentra uno siempre un momentito para escribirlo, aún en los peores días. ¿Y un relato? Creo que con tal de que tengáis media hora y una buena idea podéis crear un primer borrador. Luego algún retoque y después... ¡A jugaaar! Seguro que tendrá algún defecto y se podrá mejorar. Precisamente para eso nos sirve el concurso. En su fase de comentarios. Siquiera sea por en atención a esa o ese concursante que ya nos obsequió con su relato, creo que deberíamos hacer un esfuerzo y tratar de participar. Que no lleguemos a la misa de difuntos. Por el contrario, que podamos entonar un sonoro ¡Aleluya! ¡ESCRIBID, PARTICIPAD!
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Nuestro inefable Nosebundos escribió en su día un relato que también podría ser adecuado, de no haberlo presentado ya al XXV concurso de relatos de Bubok. Me refiero a el relato que titulaste "El día que Horacio mató a su padre". >http://www.bubok.es/foros/tema/3425/XXV-CERTAMEN-DE-RELATOS-BUBOK-ASESINOS/#ultimo_mensajeFijaos que lástima. Este y el mío del Abad y el peregrino ya hubiesen sumado tres... Habrá que escribir otra cosa, digo yo. |
Nosebundos, me parece que lo de" librarnos de momento", pudiera ser "para siempre" como no lleguen relatos, y sería una pena. Por cierto, ¡Cuáno tiempo y qué bueno verte por aquí! Venga chicos, ya he hablado con el cura (por lo de la misa de difuntos), pero me ha dicho que lo mismo con la extremaunción se consigue salvar al paciente, que ese sacramento sirve, además de para la salvación del alma, para la curación si Dios la cree oportuna. En este concurso Dios somos todos, ¿creemos oportuna la curación del enfermo? |
Ya que los padres biológicos del concurso están de bolos en la costa del Caribe, cuidemos del mismo los padres adoptivos. Un relatillo filial, hijo de ese ingenio y esa imaginación que sé que poseéis a raudales, no os costará nada. Subid vuestros relatos, relatoras, relatores, concurseras, concurseros. ¿Vais a consentir que el único relato presentado llegue sólo, triste y abandonado, al jueves por la noche? No. Claro que no. Está a punto de llegar la pequeña avalancha de relatos, seguro. |
¿Sólo tres relatos? ¿En qué estáis pensando? Con mi innata fe en las bondades de los seres humanos estoy convencido de que por lo menos tres o cuatro de vosotras / vosotros, amantes del relato y dueños de un elevado ingenio y gracia para la escritura, enviaréis vuestro relato filial antes de las diez de la noche de hoy. |