Epístola a Lorenzo

…Lorenzo se había marchado de aquel lugar en el otoño de mil novecientos cincuenta y cinco, y regresaba en el ecuador de la década de los setenta, en plena canícula…Casedros abría sus rancias mandíbulas para devorarle con glotonería mal disimulada; después de veinte años reclamaba en silencio aquello que consideraba suyo, y, como si hubiera estado preparándose a conciencia durante todo aquel tiempo, le allanaba el camino de vuelta barriendo los obstáculos que pudieran entorpecer su avance…

…Pero una horrible sorpresa acechaba al joven sacerdote en su retorno, porque no tardará mucho en descubrir que la muerte de su madre, acaecida pocos meses después de su partida, en realidad no fue tal, sino un brutal asesinato…

Tras tan súbita como trágica revelación, Lorenzo abordará las difíciles empresas de descubrir a su asesino y hacer justicia; una cruzada que chocará violentamente contra la oligarquía dominante, los principios obsoletos, la parcialidad de las leyes y el miedo que subyugan a la sociedad española en los albores del último cuarto del siglo XX… Inconvenientes que se acentúan exponencialmente en las pequeñas poblaciones rurales como la extremeña Casedros…