Manual del buen esquizofrénico

A finales de agosto de 2000 me ingresaron en el psiquiátrico. Para mí terminaba una vida y empezaba otra. Por un lado no entendía muy bien que estaba pasando y por otro me sentía aliviada de que aquél sufrimiento terminase. Tenía 19 años y todas mis oportunidades se cerraban de un portazo. Pronósticos, estadísticas, informaciones…todo negativo. No me alentaron con ninguna posibilidad…y me hundí. En esa oscuridad surgió una idea ¿Y si nadie lo ha intentado
Así que me puse andar, sin más motor que mi corazón. No me podían negar la vida que yo quería para mí.
Este camino ha sido toda una aventura. Miles de peripecias, miles de retos en los que autoconocerse y reflexionar sobre lo que  ocurría a mi alrededor. Diría que ha sido hasta divertido. Una gran lección.
La conclusión ha sido que solo tú eliges como vivir tu vida. Ningún papel, opinión o teoría vale más que el poder de tu decisión, de tu voluntad. Comencé a caminar ante lo desconocido, y lo que en principio era una situación negativa se convirtió en la mayor riqueza de mi vida. Probar mis fuerzas. Sería injusto si dijese que el mérito es solo mío. Hubo gente que me acompañó, que creyó en mí, en mis ideas. Aún cuando podían parecer una locura. Gracias a esas personas soy lo que soy hoy, yo sola no hubiese podido.