Mi padre había sido un hombre de muchos ingresos económicos de muy buena posición social. Había perdido a su amada esposa al momento de darme a luz, lo cual es un suceso lamentable en mi vida, él había perdido a la mujer que más amaba, pero le había quedado el consuelo y la prueba viviente de su gran amor hacia mi madre. Cuando mi padre murió lo único que dijo en su lecho de muerte fue un:"Es tan irónico, no quiero dejarte sola ahora. Sólo han pasado 8 años luego de nuestra pérdida Maya" Observé una lágrima salirse le precipitada, tal vez por la lástima que sentía al dejarme sola, sin protección, pero no era su culpa. Era la culpa del maldito cáncer de colon.En fin, al momento de morir, su testamento proponía explicita-mente que todos nuestros bienes seguirían marchando bajo el mando de Fred, la custodia legal también caería sobre él, a mi me sería asignada una pensión mensual gracias a los negocios que mi padre aludía a su mejor amigo.Al cumplir su hija la mayoría de edad estaba en la total libertad de elegir administrarla ella misma, o dejar la administración al tutor hasta haber terminado los estudios universitarios. Todos los negocios operarían bajo mi nombre a partir de los 18 años, solo no gozaría de el total beneficio hasta graduarme, y ese fue el problema durante mi estadía en aquel lugar. En la universidad.La malas decisiones, llevan por caminos erróneos Esa decisión, me había costado la tranquilidad y la independencia. Lo bueno de todo es que, Noah se ofrecía voluntariamente a ayudarme con todo, a cambio de mi amor, un amor que nunca se lo había dado, solo había fingido como toda una profesional por mas de 5 años, y de los cuales me arrepiento en la actualidad.No me arrepiento de haber fingido amar a Noah y tenido una larga relación, o al menos hacerle creer que eramos como una relación de pareja, haciendo lo que las parejas hacen. Si no, me arrepiento de no habérselo dicho nunca, y haberlo ilusionado tanto. Nada valía tanto como valía ese hombre, mis engaños en contra suya me retorcían el estómago, pero el miedo al rechazo y la incomodidad eran mayores que la idea de hacer lo correcto.Ahora tengo 27 años de edad. he dejado todo lo que implique la universidad atrás, excepto a Celina obviamente, hemos hecho nuestras vidas como adultas, la suya, en diversión y cambios constantes de novios hiper, mega guapos, los cuales pasaban por el departamento y los cuales veía la mañana siguiente, cuando iba al trabajo. La mía resultando en monotonías y rutinas agobiantes, dejando que el trabajo absorba lo que en realidad era, una chica joven.Pero un día, de ida al trabajo, como cada mañana, estancada en el tráfico y maldiciendo a los cuatro vientos, harta de todos y hasta de mi misma...Mis esperanzas nacieron en un accidente automovilístico.Lo malo, es que no me había percatado de que mis esperanzas habían nacido 10 años atrás..."En el amor y en la guerra todo se vale"Y lo que menos deseaba era eso mismo. Que todo valiera.
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