El ojo de la aguja

Un viajero oriental dijo alguna vez que los sabios, poetas y santos andaluces habían hecho posible el prodigio de que el Sol llegase a salir por el Occidente, aunque después de esas glorias el Islam tristemente enmudeció para estas tierras bajo la crueldad de sus enemigos. Hoy vuelve, limpio de los pecados que le hicieron callar, porque vuelve de la mano de los inocentes hijos del lugar, definitivamente libres de las antiguas taras.

Este pequeño diuan o poemario contiene un bagaje rico en ideas de contenido metafísico, así como ideas fuerza capaces de movilizar distintos estamentos del alma en su proceso de autoconocimiento, tanto en su realidad interna como de su proyección externa. Describiendo tipos psicológicos y actitudes características de la mentalidad moderna, egocéntrica y degradada. Así como los tipos tradicionales, plenamente humanos y transcendentes teocéntricos.

En la obra también encontramos la crónica del viaje a la ciudad de Meca que el autor emprendió poco después de concluir la escritura del diuan con la intención de realizar el Hayy, la Peregrinación a los Santos Lugares del Islam, para renovar en este mundo el Pacto Primordial que los musulmanes establecen con el Señor en el alam al Yabarut, el mundo de las esencias puras, potencias inteligibles o arquetipos. Así como para rememorar el pacto que nuestro padre y mentor Abraham (a.s.) estableció al reconstruir la Kaaba y establecer los ritos de la peregrinación.