El Norte de Castilla de Valladolid y el bienio azañista (1931 - 33)

El Norte de Castilla de Valladolid optó por una república conservadora, moderada, que buscara la concordia, la tolerancia, la armonía, la serenidad entre todos los españoles, sin distinciones de ninguna clase. Políticamente optó por los candidatos agrarios, fundamentalmente A. Royo Villanova, y por los republicanos radicales cuando Santiago Alba se integró en ese partido (octubre de 1933). Dentro de la defensa de los intereses materiales, se convirtió en el vehículo por excelencia de "los verdaderos intereses de Castilla"; es decir, los agrarios, con especial incidencia los trigueros. Y también era una tribuna fundamental, trascendental e inestimable para el regionalismo castellano-leonés, dentro de los postulados del "regionalismo sano" y la defensa de la soberanía y unidad nacionales; aunque durante el bienio azañista se caracterizó más por el anticatalanismo y la oposición furibunda al Estatuto de Autonomía para Cataluña. Pero una vez aprobado éste, se unió a la vía estatutaria para Castilla-León (concepto amplio de las 11 provincias) con el fin de evitar los particularismos y privilegios que se llevaba Cataluña tras la aprobación de su Estatuto.

En una palabra, El Norte de Castilla se nos muestra como una radiografía y un caleidoscopio de primer orden para analizar la realidad vallisoletana y castellano-leonesa del momento, y para analizar las distintas corrientes de opinión y opiniones públicas que vertebraban el ecosistema informativo castellano-leonés durante el bienio azañista.