MAÑANAS PENSANTES EN LA NOCHE OSCURA (Poemario)

Tarde o temprano deberemos hollar el sendero del Aspirante a Discípulo en la Luz, y vendrá a nosotros lo que S. Juan de la Cruz llamó; La noche oscura del alma. Etapa donde por un lado el mundo material va dejando de atraernos, y por otro, el espiritual aún nos rechaza porque no logramos purificarnos lo suficiente. Y es en esta etapa donde se presentan los mayores conflictos con el entorno, con nuestras circunstancias y compañeros vivenciales, para sufrirse lo indescriptible cuando además, pocos se percatan de nuestra encrucijada ni la comprenden; porque la mayoría aún sigue inmersos en batallas mundanas mientras nosotros ampliamos el frente hacia lo interno; hacia lo desconocido.

De esta etapa conflictiva, dolorosa y sufriente, nace esta serie de versos llamados Mañanas Pensantes, donde el hombre, convertido en Aspirante a Discípulo en la Luz muestra sus tribulaciones de formas más o menos acertadas, más o menos difuminadas, y más o menos elevadas, pero delineando certeramente los vaivenes derivados del conflicto; a veces en contacto con lo espiritual, otras atrapado en lo mundano y terrenal, y siempre en la continua lucha que enfrenta por estabilizar su peregrina barca, con el firme objetivo de evitar seguir a la deriva entre dos mundos que reclaman su alma.