ECM (experiencias cercanas a la muerte) No tuvieron ninguna duda ni yo tampoco la tuve: sin pulso, ritmo cardíaco… Sin movimiento respiratorio... Los médicos que revisaron el cadáver antes de que llegara a mi mesa de autopsias hicieron bien su trabajo, pero, incomprensiblemente, resucitó. Me habló de cómo se sintió flotar y elevarse sobre su cuerpo, de aquella cálida luz al final del túnel y de ese hombre, al que él describió como su padre fallecido, que le indicó que todavía no había llegado su hora. No pude estar más en desacuerdo y le arreé con el escoplo: «no están los tiempos como para perder trabajos». |
Ilión No tuvieron ninguna duda. Tal y como había previsto nuestro sagaz comandante, aquellos fanáticos pensaron que se trataba de una ofrenda de los dioses. Y en medio de cantos y alegría lo introdujeron en la ciudad fortificada. La operación fue todo un éxito. Valió la pena el sudor y la incomodidad de las largas horas que pasamos en su interior, hasta la llegada de la siguiente madrugada. Salimos del gigantesco caballo con sigilo, y la toma de Troya fue un hecho, que estoy seguro que bellos poema épicos narrarán para la posteridad. |
Magia negra No tuvieron ninguna duda porque no hubo opción, dijeron al mundo. Obediencia debida, fue el mantra para exorcizar su culpa. Hubo otras palabras mágicas para acallar la de los demás: seguridad nacional, terrorismo internacional, daño colateral... El conjuro funcionó. Ahora ellos son héroes y nosotros sólo sombras vagando entre muerte y ruinas. |
Escándalo No tuvieron ninguna duda: Belén Esteban mentía cuando afirmaba odiar a su contrincante Lydia Lozano. Jorge Javier se puso filosófico para salvar el momento: - ¡Esto es muy interesante! -se contentó con decir. Kiko Matamoros intervino entonces: - A ver, Belén, bonita… ¿te has acostado con Lydia? - No –dijo Belén con gesto chulesco. La máquina de la verdad resultaba inequívoca: mentía. Kiko reía con voz tronante: ¡Ja, ja, ja! El productor sonreía. Los índices de audiencia se iban a disparar. Que la máquina estuviera manipulada era lo de menos. |
Tabla de salvación No tuvieron ninguna duda, ¡Vivía! Pegado al fuselaje exterior de la nave espacial les miraba a través del cristal de la ventanilla. Los extraños ojos parecían suplicantes y abría y cerraba la boca como si le faltara el aire. — Es un alien gris —dijo Eliot — Y qué hacemos ¿salimos a por él? — Venimos a buscar minerales ¿no? ¡Pobre! ¿Imaginas lo que le harán si nos lo llevamos? —preguntó Donna — Ya, mejor lo dejamos. Apretaron el botón, solo una ligera descarga y el alien salió disparado al espacio a la espera de otro lugar al que aferrarse. |
Eclipse solar No tuvieron ninguna duda, lo afirmó la partera y ellos asintieron convencidos: "Fue el insólito encuentro de la luna con el sol, la víspera del parto, el causante de que, siendo sus padres tan rubios, el niño naciera del color del chocolate." Ajena al tema que preocupaba a sus parientes, la madre miró a su hijo esbozando la más feliz de las sonrisas. |
Cosas que pasan No tuvieron ninguna duda la primera vez que se conocieron: se gustaban y mucho. Pablo fue a la ventana de Ana, la llamó tirando una china contra el cristal y ella bajó deprisa. Caminaron por callejuelas de la aldea y fueron a dar a un camino que salía al campo. Ascendieron por una ladera. La luna se confundía entre las nubes y a ratos proyectaba sus sombras sobre la hierba. Ana seguía a Pablo sin quitarle la vista. Se detuvieron en lo alto de la loma. Jadeando se contemplaron y pensaron que a lo mejor sus amigos tenían razón. |
Llamada perdida No tuvieron ninguna duda: la voz que se escuchaba en el contestador era la de mi padre. Mi madre se desplomó llorando en una silla del comedor mientras mi abuela, ajena a sus lágrimas, no hacía más que repetir lo mismo una y otra vez: -¿Qué os había dicho? ¡Es él! -Pero... -murmuré yo-. Papá murió hace dos meses... Sin embargo, su voz era inconfundible. Era imposible que se tratara de un error: el mensaje era de aquella misma mañana. Pese al tiempo transcurrido, todavía recuerdo la serenidad que había en sus palabras: "No os preocupéis por mí. Estoy bien". |