El universo de los derechos de autor resulta bastante enmarañado. Hace unas semanas, los compañeros y yo apreciamos ciertos abusos por parte de usuarios en Bubok que plagiaban obras de otros autores, o bien publicaban libros de escritores celebrados, algunos de ellos como simples fotocopias escaneadas. El hilo no llamó la atención, y en general la impresión fue que a nadie le importaba, es decir, este medio de promoción resulta lo suficientemente marginal como para que a nadie le preocupe; así pues, en la medida que no trascienda, ancha es Castilla. Además, Bubok ejerce de intermediario entre la imprenta y el editor, que es uno mismo, por lo que no asume responsabilidades legales, y parece permitir este tipo de abusos -al menos, nosotros los consideramos como tal. En cuanto a los derechos de autor. Para escritores fallecidos, existe un margen de tiempo -creo que ronda los cincuenta o sesenta años- en el que se agota el derecho transmitido en herencia, y pasado ese tiempo, la obra se convierte en dominio público y universal. Cabe una excepción a este presupuesto, y es que el autor haya cedido los derechos a perpetuidad, pero incluso en esos casos existe un limbo legal en el que los editores se pueden mover, y que acaba con sendos recursos ante la justicia que nadie se atreve a resolver en un sentido u otro. Las traducciones son un asunto algo más peliagudo, ya que una editorial sí que puede mantener por un periodo prolongado los derechos sobre la traducción. En cualquier caso, con el paso de las décadas, incluso de los siglos, el asunto viene a ser el mismo. A día de hoy, determinadas obras han quedado vinculadas a las instituciones que guardan copia de la misma, de tal forma que antes de reproducirla de manera íntegra -otra cosa son las reproducciones parciales- cabe elevar a la biblioteca, archivo o fundación correspondiente la petición formal, que se suele resolver de manera favorable, salvo que sean obras emblemáticas protegidas como interés general, caso de El Quijote o Ulises de Joyce. |
El caso de Hemingway no lo conozco, pero te pongo el ejemplo de Joyce al que antes hacía mención. Tú no puedes publicar el Ulises, ni siquiera en inglés: los derechos pertenecen a la fundación The Estate of James Joyce, que incluso llevó a los tribunales a los pubs irlandeses que organizaban jornadas de lectura pública del libro el día dedicado a su autor. Editar la obra de Joyce sin permiso de la Estate of James Joyce es ilegal. Otro ejemplo interesante sería El Quijote. Los derechos los atesora la Biblioteca Nacional, la RAE y el Instituto Cervantes, que velan por que la obra se reproduzca siguiendo unos criterios de rigurosidad. Para los textos de los que apenas quedan unas pocas copias en algunos archivos y bibliotecas, es la entidad conservadora la que gestiona los derechos. Es con las traducciones como se suelen complicar estos asuntos, porque la editorial se abroga los derechos sobre obras universales a través de la traducción, de tal forma que una editorial puede demandar a otra si considera que ha empleado de manera fraudulenta su trabajo de traducción. De ahí que muchos editores recurran a traducciones más o menos desusadas de obras clásicas para evitar trifulcas, como ocurre en Francia, donde la obra de Poe aún se edita con la traducción que Baudelaire hizo en el siglo XIX. |
La sociedad del capitalismo, que grande es! solo priman los intereses económicos y materialistas ante la cultura. Esto del Quijote es increible, y más lo que cuentas de Ulises. Dos obras que deberían ser libres y universales; y que jamás lo serán. Se las adjudican como si fueran los únicos del planeta. Es realmente peor que un robo, ya que se aseguran que ellos serán los únicos que podrán comercializar con estas obras tan emblemáticas. |
El caso del Ulises, efectivamente, es sangrante; por suerte, la justicia irlandesa desestimó las pretensiones de que la obra no se leyera en público sin pagar derechos de autor a la fundación -algo muy en la línea de la SGAE y nuestra nueva Menestra de Cultura-. Lo de El Quijote, igual que ocurre con las reediciones de El Capital, que han de seguir la traducción de Wenceslao Roces, tiene cierto sentido, ya que se supone que velan por la integridad de la obra -en un caso- y por la legitimidad de la traducción -en el otro, siendo algo más discutible-. El gran problema, como te decía, son las traducciones. Cuando una editorial, como Cátedra Letras Universales, consigue los derechos sobre la traducción de una obra, ¿cómo vas a editar tú ese mismo libro sin plagiar la traducción, más cuando los traductores que contratan estas grandes editoriales suelen ser los mejores? Pues haces como Albor y otras editoriales de clásicos: sacas al mercado traducciones nefastas, o bien desusadas, traducciones del siglo XIX sobre las que nadie te va a pedir explicaciones. Muchos editores -y autores- recurren a la miscelania, la selección de fragmentos y cuestiones similares para salvar este muro. Pero, sí, tienes razón, en muchos casos resulta bochornoso. |
Hola. Desde Bubok recomendamos en todo momento que, si algún usuario decide publicar una obra ajena, se informe en primer lugar de a quién pertenecen los derechos sobre la misma. Es cierto que en España una obra se considera libre de derechos para su publicación pasados los 80 años de la muerte de su autor. Sin embargo, como se apunta más arriba, existen depositarios o fundaciones que los perpetúan. Es por eso que conviene, de antemano, informarse. Otra cuestión es la de hacerlo a partir de traducciones, sobre las que a su vez también se ostentas derechos. No permitimos el plagio o uso de obras de las cuales no se tengan derechos. Esta práctica es sancionada por nuestra web y las obras se retiran en cuanto las detectamos, como se indica en nuestros términos de uso. Si se detecta, estaremos agradecidos de que nos lo hagáis saber. Podéis contactar con nosotros en nuestra dirección habitual, [email protected] Gracias. |
Cierto, pero eso no responde a mis preguntas XD |
El problema con los derechos de autor es que la legislación está llena de lagunas (algunas incluso océanos, se podría decir). ¿Puedes publicar la Ilíada con comentarios? Sí, la Ilíada se encuentra entre las obras "libres de derechos". Sobre manuales, letras de canciones y demás , haremos la consulta a nuestros abogados. |
Después de muchas vueltas nos hemos ido a consultar directamente con una de las oficinas del Registro de la Propiedad Intelectual, concretamente la de Cataluña, en Barcelona, y nos ha atendido un señor encantador que nos aclaró todas las dudas. Siempre que tengáis alguna duda os recomendamos que acudáis a cualquiera de las oficinas directamente, ya que, al fin y al cabo, ellos son la fuente que mejor nos puede informar. Nos han comentado que, sin restricciones, la obra de cualquier autor que lleve muerto más de 80 años es de dominio público. Incluso preguntamos específicamente si podíamos, por ejemplo, traducir el Quijote o publicarlo con nuestros comentarios personales, y nos han dicho que sí. Así que se abre oficialmente la veda de obras de dominio público publicables en Bubok. |
80 años? que pasada! en Argentina solo son 30 :P Y por cierto, otra cuestión: Tolkien lleva muerto 35 años. Supongamos que en Gran Bretaña su obra ya es libre (o en Estado de Orange, Sur África; ya que no sé realmente si la obra de Tolkien debe ser considerada surafricana o inglesa). Pero bien, supongamos que ya es libre, se puede igualmente traducir y hacer tu propia edición sabiendo que en su caso concreto, está su hijo que ha continuado y está continuando su legado? Y de este mismo modo Howard Philips Lovecraft, que ya lleva más de 70 años muerto pero que igualmente existe "El Círculo Lovecraft" donde han continuado su obra. Este tema es interesante. |
Es cierto que en España una obra se considera libre de derechos para su publicación pasados los 80 años de la muerte de su autor. Sin embargo, como se apunta más arriba, existen depositarios o fundaciones que los perpetúan. Es por eso que conviene, de antemano, informarse. Otra cuestión es la de hacerlo a partir de traducciones, sobre las que a su vez también se ostentas derechos.
No permitimos el plagio o uso de obras de las cuales no se tengan derechos. Esta práctica es sancionada por nuestra web y las obras se retiran en cuanto las detectamos, como se indica en nuestros términos de uso.
Si se detecta, estaremos agradecidos de que nos lo hagáis saber.
Podéis contactar con nosotros en nuestra dirección habitual, [email protected]
Gracias.