Gusanos de Seda

Estancia Danverton, Ushuaia.

Uno de enero de 2031:

El fin del mundo y el principio de todo. Diecisiete poemas arrugados y una carta no abierta se refugian en una caja de zapatos desde hace veinticinco años. Los indios yághanes y los selknam ya no navegan por el canal de Aunashaka. Un niño que ya no existe. Un viejo que no sabe si lo es. Ella, siempre omnipresente. Y muchos gusanos; todos de seda pura.

A través de sucesivas mudas nos adentramos en la vida de Lorién Binarza, creándose un asombroso paralelismo entre las vidas de sus personajes y la de los gusanos de seda. En una sorprendente sucesión de mudanzas físicas, pero también metafóricas, se nos conduce hacia la madurez, gracias a la fina línea del hilo argumental, que por encima de otras es el amor, evocado a través de los ojos del recuerdo y la nostalgia.

El lenguaje mantiene un tono permanente-mente lírico, consiguiendo reflejar a través de imágenes, sentimientos de gran carga emotiva; y golpeándonos con fragmentos poéticos que aportan al texto una cadencia hermosa. Diferenciándose así de los caminos más frecuentemente transitados en la novela tradicional.

En definitiva una novela audaz y original, con importantes aciertos,

 

entre los que destacan su introducción y su desenlace