LA BAHÍA DEL FARO

La bahía representa el espacio de irradiación del faro que, ante la posibilidad de pérdida y de rectificación del rumbo, cumple un papel avizor, señalética de los caminos. Por cierto, las entregas del GPS parecen apagar estas lámparas. Tal vez es esto lo que hace realidad este título de Juan Pablo Herrera: en algún lugar existe aún tal bahía condecorada por tal faro. A medida que su lectura avanza, se va develando y definiendo al poeta humano, ser actualmente eclipsado por los soles de la noche, las luminarias, los LEDs.

La bahía del faro mantiene la atención del lector de principio a fin, siempre dejando la posibilidad de una segunda, tercera e incluso cuarta ojeada, ante las múltiples interpretaciones que permanecen ocultas en cada verso, ideas que se encuentran a la espera de ser sacadas a relucir, para que observen desde una pequeña atalaya los movimientos de unos seres extraños, a veces llamados hombres.