CATACLISMOS

La poesía siempre muestra las elevaciones infinitas de la subjetividad humana; el desboque metafórico, el juego de figuras trascienden el lirismo del verso libre; con mucha calidez en su prima lanzatura en las arenas movedizas de la literatura hondureña; para principiantes el camino se disuelve en la crítica bajo silencio, porque los que hemos recorrido las avenidas del ejercicio literario nos conmueve el deber de empujar hacia adelante a los jóvenes que se deciden este noble oficio de la escritura en un país hundido en la mandíbulas de problemas sociales y económicos ;no obstante el poeta Barahona trasluce con el verso encaminado a lo existencial para desembocar en el eros, en el cuerpo de la mujer deseada, concibe el poema como la eclosión de emociones trasmutadas en deseo, en desvío hacia la soledad, es decir convierte el poema en un escenario fenomenológico; en la que juegan los cuerpos, se permutan, se palpan, el tacto metafórico, el la catacresis; entre figuras en la que convergen significados que se desconstruyen, porque el poeta logra el poema con certeza filosófica , los respiros, la mujer amada es el epicentro sísmico de su proceder cataclismico, porque encuentro isotopías muy hiladas, cuando se refiere a la mujer metamorfoseada en mar, en luna, en calle, en cama, en húmeda, en pelvis; no se trata de una reducción de palabras al sentido del acto sexual, es una mirada más allá del sexo y del amor, con mucha sutiliza va versificando, a veces con mucha violencia va dándole cierto tono explosivo, en algunos momentos se despoja del adjetivo, para volver por eso en la estructura profunda de cada poemas encontramos huellas marcadas entre el pasado y el presente; introspectivo, con fuerza psicológica sus poemas se vierten esféricos; aunque sea uno de sus primeros intentos; ya confirma su oficio de poeta en proceso de experimentación , y que en un futuro mediato esperaremos frutos concebidos con maduración . Bien vale su primer lanzamiento a la tierra árida de la literatura del sur.

Oscar Fernando Sierra