MEMORIAS DE MI VIDA (CUARTA PARTE: VENEZUELA, EMIGRACIÓN Y RETORNO AL HOGAR)

Como siempre ha explicado Victorino, el pueblo se le quedaba chico. Tenía por delante una vida activa y posiblemente tranquila, con trabajo y rodeado de seres queridos. Sin embargo, su permanente inquietud viajera, el intenso auge de la emigración y una constante sensación de insatisfacción e intranquilidad lo llevaron a otra gran aventura: su descubrimiento de América. Concretamente, de Venezuela, país en absoluto apogeo en aquellos momentos. Tras un viaje memorable y unos adversos primeros tiempos, gracias a la inestimable ayuda de un puñado de personas buenas y a la pronta incorporación de su esposa, consiguió lo que quería, lo que podía y lo que sabía: una vida plena y próspera. Caracas y Venezuela dejaron en su alma la eterna huella de la lucha por la vida y de unos años enriquecedores.

Hasta que los acontecimientos políticos y sociales les obligaron a retornar al hogar y a iniciar otro nuevo camino. A partir de aquí, la etapa de madurez personal y profesional por una parte, y por otra la de jubilado lleno de proyectos, viajes e ilusiones, se van desgranando junto a los principales cambios de la sociedad española hasta el presente. Un presente que abarca la gran crisis económica de hoy y numerosos recuerdos del ayer tan queridos; un presente que aboca también a la enfermedad, a la muerte, a la soledad. Pero, siempre, un presente que el autor sabe exponer como lo sabe vivir: de frente. Esta Cuarta y última parte de sus Memorias cierra y completa un bucle que comenzó hace 7 años, cuando empezó a escribir su autobiografía, o hace 92, cuando inició su historia. Hasta siempre.