Vivencias de una época

Acostumbrados como estamos a escuchar las historias y anécdotas de nuestros mayores una y otra vez desde que tenemos uso de razón, no reparamos en el detalle, el contexto, la intención, lo que se hace explícito o lo que deja de decirse. Repasando los escritos en los que dejó plasmadas sus vivencias el autor, encontramos siempre un elemento nuevo, un giro, un punto de vista que enriquece y nos hace ser partícipes de aquellos momentos en los que, unas veces sí y otras no, estábamos presentes. El lector puede sentir la proximidad de lo familiar y reconocer hechos históricos recientes al mismo tiempo. Quienes no han vivido la época que se relata pueden ser sorprendidos por la riqueza de experiencias que, sin ser cada una de ellas de mayor relevancia, conforman un escenario que cronológicamente va cambiando y dando sentido a lo que de aquellos tiempos apenas pretéritos conocemos.

Si bien es cierto el carácter autobiográfico de esta obra, no lo es menos que su intención principal no ha sido esta, sino, más bien, constituir un conjunto de relatos que valga la pena conservar en la memoria por el calor humano que generan y para que el buen criterio de los lectores tenga en cuenta en sus propias conclusiones sobre la vida.