LOS IMPOSTORES DE DOMINIC CALLAGHER

Esta es la historia de Dominic Gallagher, un multimillonario hombre que debe resolver una comprometida situación con sus familiares, y no tan familiares, sobre el reparto de sus ricas posesiones en herencia.

Con 68 años, Dominic se encontraba al borde de la jubilación y sus grandes empresarios le presionaban para que, antes de jubilarse, pudiera traspasar todos sus poderes a alguien de confianza y evitar numerosas pérdidas de dinero así como sortear irregularidades en los esquemas jerárquicos de sus grandes multinacionales.

Sabía que tomar una decisión no iba a ser fácil, pero mucho menos iba a serlo con su familia. A sus 30 años se casó con la modelo Esme Palmer, una mujer de curvas escandalosas que solo le interesaba el dinero y el poder. Casi 40 años después aquella mujer no cambió lo más mínimo en su forma de ser, salvo por las incontables operaciones faciales y las excesivas inyecciones de Botox. Lejos de aceptar la vejez que le otorgaba su edad, Esme era una vieja estropeada que se creía joven a pesar de que el único encanto que le quedaba eran sus labios de corchopan. Por otro lado estaban sus hijos, Alan Gallagher e Isabella Gallagher. Dos jóvenes adolescentes que absorbieron el carácter de su madre, con sed de poder y debilidad por el dinero.

Dominic se negaba rotundamente a pasar el final de sus días comiéndose la cabeza en su despacho en averiguar cómo iba a repartir sus posesiones así que tuvo una idea ingeniosa de hacer la partición de la herencia y no de una forma precisamente ortodoxa…